La historia del fútbol en Xil se retrotrae a los años 30 cuando, en plena II República, los jóvenes de la localidad integraban un equipo que jugaba en el campo de "O Pazo" y en el de "A Cagallona" choques amistosos contra equipos como el Libertad y el Juventud de Sanxenxo, "O Empalme" de Sisán, "O Racha" de Vilalonga, el "Xa Virán" de Castrelo, el Anduriña o el Pontearnelas, entre otros.

Aquel equipo desapareció en los 40 y, pese al intento baldío del maestro José Durán Medaniche por recuperarlo -pretendía llamarlo Deportivo Gilense-, el fútbol organizado quedó en el ostracismo hasta 1973 en que se funda el Deportivo Xil.

Horacio Castro, que fue uno de los promotores -y a la postre primer presidente-, evoca el momento aquel en el que "los chavales jugaban en el campo do Pazo a cambio de pagar un pequeño alquiler al dueño de la finca.

Junto con Miguel de Quinteiro vi como un día se les acabó el partido cuando el balón cayó en la finca de al lado y se lo requisó el dueño. Fue entonces cuando empezamos a darle vueltas a la posibilidad de construirles un campo a los chavales para que jugaran al fútbol y no prestaran atención a la droga que entonces empezaba a aparecer en la comarca".

Campo de Boavista

La posibilidad del terreno surgió en una zona bastante llana de monte. En las semanas siguientes un grupo de vecinos se puso manos a la obra para acondicionarlo y organizar un club federado. Este fue el auténtico embrión del club que llegó a ser.

El campo de Boavista -que así fue bautizado- se construyó gracias a las aportaciones y el trabajo de los vecinos. "Teníamos 25.000 pesetas que fue lo que nos cobró la paleadora por allanar el terreno -apunta Horacio Castro-, el resto del trabajo lo hicimos nosotros a mano".

Al mismo tiempo se organizaba el club y se decidía la indumentaria que, pocos saben, fue fruto de un error: "Habíamos acordado vestir camiseta roja y pantalón blanco -explica Castro-, y así se registró en la federación. Pero cuando abrimos las cajas que nos enviara la empresa Celso Míguez de Pontevedra, que fue quien nos financió las camisetas, vimos que se equivocaran y nos hicieron unas a rayas rojas y negras, como la del Milan: nos dijimos que también eran bonitas y nos las quedamos, y así se convirtieron en los colores oficiales del equipo, ya en aquel momento".

El Boavista se inauguró el 23 de junio de 1973 con misa, aperitivo y verbena, ésta tras el partido en que el Xil, dirigido por Leonardo Martínez, cayó 1-4 ante una selección gallega. No sin dificultades -la federación obligó a construir un mejor acceso y nivelar más el terreno de juego- el equipo se estrenó en competición en la temporada 1973-74 en la que acabó colista con siete puntos. El meañés Luis Rodríguez marcó el histórico primer del Xil en liga en un partido en que los locales caían 2-3 ante el Céltiga.

El equipo conseguía su primera victoria en la tercera jornada, ahí es nada, en casa del Unión Dena (0-2, con dos goles de Sueiro), un 13 de enero de 1974. El Xil se mantuvo en segunda hasta la temporada 1976-77 en que cayó a la tercera, un año después de haberse creado..