Más de cuatro décadas de historia dan también para triunfos sonados "como cuando ganamos al Céltiga 1-2 en a Illa, a donde entonces se iba en barco -rememora Castro-. Nuestro portero, Lino Cores hiciera un partido fantástico, tanto que le pedían la camiseta al final y él les decía ¿pero cómo voy a daros la camiseta si no tenemos dinero para comprarlas?". "Fue cierto -corrobora Miguel Sueiro-, Lino hizo un partido tremendo, llegara contento porque acababa de tener su primer hijo y creo que venía de celebrarlo". Pero las victorias que mejor sabían eran las logradas ante el Unión Dena, el eterno rival. El derbi meañés dio partidos de mucha pasión, no exentos de dosis de humor entre ambas aficiones "como cuando algún aficionado del Dena llegaba con el saco y lo dejaba en el bar: para que recojáis los goles mañana, nos decía", recuerda Manuel Galiano, secretario en los 70 con Horacio Castro.