El proyecto científico "Galiat 6+7" ya tiene los primeros resultados. Dicen que el mejillón gallego "es una fuente natural de compuestos bioactivos como son las betaínas y los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 de cadena larga, los cuales se mantienen durante las diferentes etapas de fabricación de las conservas", como son la cocción al vapor, la fritura y la posterior esterilización.

Esto es tanto como decir que el mejillón gallego, tan valorado por sus cualidades nutritivas, mantiene inalterables sus condiciones alimenticias y/o nutritivas cuando es manipulado para servirlo al consumidor final en las latas de conserva. Resulta sumamente importante, ya que se trata de un producto con bajo contenido en grasas y alto contenido en proteínas que además es fuente natural de vitaminas (B12, riboflavina-B2 y folacina-B9) y de sales minerales (hierro, fósforo y zinc). En consecuencia, con tan solo consumir cien gramos de vianda, se cubre el 100% de la cantidad diaria recomendada de vitamina B12 y más del 50% de la de hierro.

Además se sabe que el mejillón cultivado en batea puede prevenir enfermedades crónicas y alteraciones metabólicas; e incluso se estudia su efecto anticancerígeno y antimestastásico. Sin olvidar que ayuda al crecimiento y desarrollo normales de los huesos de los niños, contribuye a su desarrollo cognitivo -gracias al hierro- y por ser fuente de zinc, favorece la fertilidad y la reproducción, mientras que durante el embarazo favorece al crecimiento de los tejidos maternos.

Así pues, el hecho de conservar todas las propiedades al enlatar el producto cultivado en batea resulta esencial para el consumidor, de ahí la importancia del citado proyecto, desarrollado por la conservera catoirense Friscos y el Instituto de Investigaciones Marinas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Tras los muestreos realizados el pasado invierno ha concluido la primera parte del proyecto de investigación, realizándose el análisis "de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga Omega 3 y las betaínas, en la materia prima fresca, cocida, cocida frita y enlatada". Se ha concluido que "las distintas modalidades de conserva presentan un notable contenido de estos nutrientes beneficiosos para la salud, destacando los ácidos grasos Omega 3 eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA)".

A partir de ahora, en una segunda fase, van a realizarse las comprobaciones con los mejillones extraídos en verano.