Al hilo del programa de investigación sobre la concentración de ácidos grasos Omega 3 en el mejillón enlatado, desde Conservas Friscos explican que esta factoría de Catoira se fundó en 1947 y cuenta ahora "con unas renovadas instalaciones, fruto de las inversiones realizadas en los últimos años". Está "dotada de los últimos avances, lo que garantiza un óptimo aprovechamiento de los recursos naturales y respeto al medio ambiente".

Friscos es capaz de producir anualmente "más de 11.000 toneladas de mejillón, atún, berberecho, xouba y zamburiña". Estas latas se comercializan "en las principales cadenas nacionales y se exportan a los principales países de Europa, África y Asia". La facturación de la conservera ronda los 50 millones de euros y proporciona 200 empleos directos e indirectos.

Los responsables de la conservera aseguran que aplican "una estricta política de control de calidad en la selección de la materia prima y en todos los procesos de elaboración, impulsando estudios de investigación y desarrollo tecnológico de productos del mar con el objetivo de potenciar las propiedades saludables de sus conservas".