Dos personas han resultado intoxicadas por consumir mejillón afectado por lo que popularmente se conoce como "marea roja". Parecen estar fuera de peligro, pero sufrieron las consecuencias y síntomas propios de la ingesta de producto portador de toxina amnésica (ASP), que causa diarreas, mareos, dolor de cabeza, desorientación y pérdida de memoria a corto plazo, pero que incluso puede llegar a desencadenar la muerte de una persona, en casos extremos.

La Consellería de Sanidade confirma estas intoxicaciones en base al informe emitido por el hospital en el que fueron atendidos -parece ser que el de Barbanza- antes de aclarar que los mejillones fueron consumidos en paella, "lo cual aumenta el riesgo, ya que la ASP es hidrosoluble y puede pasar al arroz".

En la Consellería do Medio Rural e do Mar, a su vez, indican que ambas personas reconocieron haber adquirido el mejillón directamente en el puerto.

Esto es tanto como decir que pasaron por alto absolutamente todas las recomendaciones realizadas de forma sistemática, ya que lo que hicieron fue comprar un producto sin ningún tipo de control sanitario -o puede que procedente de una zona en la que estaba prohibido extraerlo esos días- y lo ingirieron sin depuración previa.

Hay que explicar una vez más que los episodios tóxicos -en la actualidad hay uno en marcha- son procesos totalmente naturales y controlados con los que Galicia y sus bateeiros están acostumbrados a convivir. Siempre que se producen se insiste -FARO DE VIGO lo hacía, precisamente, ayer- en que no existe riesgo alguno para la salud pública si se adquiere el molusco por los cauces reglamentarios, es decir, en los establecimientos autorizados y/o después de ser sometido a los controles que garantizan que está en perfecto estado.

Pues a pesar de esas recomendaciones constantes las dos personas intoxicadas consiguieron el mejillón a su llegada a puerto -no han querido desvelar qué productor se lo vendió, y esto impide determinar en qué circunstancias fue extraído y dónde- en un momento en el cual la ASP afectaba a las rías gallegas y mantenía cerrados varios polígonos. Es más, cuando sucedieron los hechos se registraba un fuerte episodio de toxina diarreica (DSP) que ya había cerrado casi todos los viveros flotantes de Galicia, y lo que hizo la ASP fue reforzar aquellos cierres, como se informó entonces.

El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), considerado uno de los mejores centros analíticos del mundo y encargado de decretar la apertura y cierre de las bateas en función de los niveles de toxicidad de cada momento y zona, había prohibido extraer mejillón en varios polígonos de la ría de Arousa afectados por la ASP, pero aún así el molusco llegó a puerto -puede que el de A Pobra- y los dos intoxicados lo adquirieron antes de que pasara por depuradora.

De ahí que se produjera esta primera alerta sanitaria en Galicia por ASP y que ayer la conselleira de Mar, Rosa Quintana, tuviera que apelar de nuevo a la concienciación y la colaboración ciudadana, incidiendo en que el mejillón gallego puede consumirse con total tranquilidad dentro de los cauces legales.

La conselleira declaró que "con el dinero de todos los ciudadanos intentamos incrementar la vigilancia en los diferentes eslabones de la cadena de producción y comercialización, desde que el mejillón está en las bateas hasta y llega al consumidor, pero esto sirve de poco si hay personas que adquieren el producto fuera de los cauces legales, lo cual constituye una muestra de irresponsabilidad y falta de madurez".