Barrantes retoma tras varios años de parón las gestiones para legalizar su tinto híbrido

La Asociación de Colleiteiros esgrime un informe, en el que se niega que su vino tenga efectos adversos para la salud »Quieren lograr el mismo trato que los caldos de Betanzos

Los miembros del panel de cata de la Festa do Viño Tinto brindan con sus tazas en Barrantes.

Los miembros del panel de cata de la Festa do Viño Tinto brindan con sus tazas en Barrantes. / // Noé Parga

a.martínez | Ribadumia

A principios de la década pasada, la Asociación de Colleiteiros de Viño Tinto do Salnés realizó una serie de gestiones para lograr la legalización de estos caldos. Pero se estrellaron una y otra vez con la negativa rotunda de la administración, que alega que la "folla redonda" (variedad con la que se hace este vino) es híbrida y, por lo tanto, ilegalizable. Así fue como tras varias respuestas negativas, la asociación bajó los brazos y se dio por vencida a finales de la década.

Pero ahora quieren intentarlo de nuevo, o así lo adelantó al menos David Castro, miembro de la asociación y uno de los máximos responsables de la Festa do Viño Tinto do Salnés, que se celebra el próximo fin de semana en Barrantes (Ribadumia). Castro asegura que cuentan con el informe de un ingeniero agrónomo que avala los argumentos de los cosecheros. "Una de las razones de la administración para no legalizar este vino es que dicen que al ser híbrido puede tener compuestos con un efecto adverso para la salud, pero en este informe se ve que no es así".

En el informe, además, se recogen las conclusiones de una investigación molecular previa llevada a cabo por los técnicos de la Estación Fitopatolóxica de O Areeiro (que depende de la Diputación) y que demostraría que el vino de Barrantes no es muy diferente a otros híbridos que sí se pueden comercializar con normalidad, como el de Betanzos. Éste, y un caldo francés, serán los dos que los cosecheros de Ribadumia utilicen como ejemplo ante la administración de que los caldos híbridos pueden venderse bajo la denominación de "vinos de la tierra" o "de mesa".

"Es algo factible, y en cuanto terminen las fiestas nos pondremos a ello", manifiesta David Castro. "Ya quisimos hacerlo antes, pero los cosecheros nos pedían las catas centralizadas y con expertos y no teníamos tiempo para gestionar los dos asuntos, de modo que empezamos por las catas de la fiesta, y en cuanto termine intentaremos que para la próxima edición estos vinos ya tengan una comercialización legal".

Esta es una vieja aspiración para los productores de tinto. Para David Castro, si se consigue que la administración permita el etiquetado y venta legales de estos caldos "los cosecheros podrían aumentar su producción, porque si bien ahora mismo este vino se da en todo O Salnés no hay ningún productor grande".

Mientras, también la Honorable Orde de Valedores pretende poner su grano de arena para una eventual solicitud formal de legalización para estos vinos. El nuevo presidente de la cofradía, Luis Serantes apuntó que la directiva está trabajando en un calendario de actividades, y que una de las primeras serán unas jornadas sobre vinos, en las que habrá al menos una ponencia sobre los híbridos y las posibilidades de legalizarlos. Todavía no hay fecha para este encuentro, aunque Serantes estima que podría tener lugar a principios de septiembre, antes de la vendimia.

El vino tinto de O Salnés es en la actualidad "alegal". Se bebe y se comercializa, pero porque las administraciones miran hacia otro lado. Esta situación provoca, según los propios cosecheros, que irrumpan en el mercado vinos de menor calidad que se hacen pasar por tintos de Barrantes (gracias a que no hay ni etiquetas ni controles de calidad), así como una gran disparidad de precios.

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