Los asesores legales y sindicales de las trabajadoras de Conservas Cuca solicitaron ayer el aplazamiento del juicio previsto para hoy en el Juzgado de lo Social número 4 de Pontevedra a raíz de su demanda contra la modificación de horarios por parte del grupo Garavilla.

El argumento de la representación de la plantilla para aparcar, de momento, este juicio es que este asunto tiene relación con la vista oral celebrada ayer, quedando el caso visto para sentencia.

Si la juez, como se espera, determina que no se ha cumplido la sentencia que obliga a reponer a las trabajadoras en sus anteriores condiciones laborales, ya no es necesario el otro juicio porque, además de volver a trabajar en la fábrica de Vilaxoán tendrían que hacerlo en el horario anterior de jornada partida.

La nueva demanda de la plantilla es porque al ser trasladadas las trabajadoras a la fábrica de O Grove y tener un horario intensivo que comienza a las seis de la mañana, las mujeres tienen que levantarse a las tres de la madrugada para llegar al trabajo. Ellas quieren regresar a la jornada partida de 8 a 13 horas y de 15,30 a 19 horas, como tenían en Vilaxoán. Las afectadas exponen que la empresa, de forma unilateral, decidió modificarles sus condiciones de trabajo, imponiéndoles una jornada de trabajo continuada.