El juez impuso una pena de tres meses de multa a M.D.T., de 52 años, por destrozar a palos el cruceiro perteneciente al conjunto histórico catalogado de Santiago de Carril, del siglo XVII y descrito por Castelao en una de sus obras sobre este tipo de monumentos.

El hombre explicó que su comportamiento se debió a que escuchó "unas voces" que le impulsaron a propinar golpes al cruceiro hasta romperle la cruz.

Los hechos se remontan a mayo de 2010, pasadas las doce de la noche del día 9.En ese momento, M.D.T, empuñó un puntal de madera de una obra y, desde la balaustrada del atrio de la iglesia la emprendió contra el monumento hasta que lo partió en añicos.

Ahora, el hombre tendrá que abonar la restauración de cruceiro, con un coste de unos 1.200 euros, y hacer frente a la multa de tres meses a seis euros diarios, lo que supone unos 540 euros a mayores.

La reducción de la pena fue posible gracias a la estrategia del letrado vilagarciano Ramón Montenegro quien puso de manifiesto la enorme tardanza en resolver esta cuestión tan simple, ya que el hombre fue descubierto casi al momento en que se cometía el acto vandálico.

Pero pasaron cuatro años enteros sin que se celebrase la vista, en especial porque transcurrió un año completo desde que la policía requirió documentación al juzgado y al ayuntamiento, así como otros tres años más sin respuesta.

Esta dilación fue reconocida ayer por el representante de la acusación pública, que aceptó la rebaja de la condena pues en principio solicitaba para el acusado una multa de un año, es decir cuatro veces más de la que finalmente le impuso el Juzgado de lo Penal número 3 de Pontevedra.

El hecho causó en aquel momento una gran conmoción en la localidad carrilexa pues el cruceiro es uno de los monumentos más significativos del histórico conjunto de la época barroca gallega.

Pese a ello, el simbólico cruceiro continúa sin ser restaurado, pese al compromiso municipal de actuar de forma inmediata para devolver el monumento a su estado original.

Pasaron cuatro años y frente a l iglesia solo permanece en pie el varal y la base, que fue lo que quedó incólume tras la agresión del ahora condenado en Pontevedra.

Tras la resolución de este litigio, los vecinos esperan a que se reponga de inmediato este elemento amputado del conjunto histórico de Carril, pues tanto Patrimonio como el Ayuntamiento tienen la responsabilidad de conservar.