Patrón de los agricultores
La fiesta de San Isidro agota existencias en Caleiro
La parroquia vilanovesa reivindica un año más el duro trabajo del campo. En esta ocasión no hubo carros
VILANOVA
Como viene haciendo desde hace 33 años -en 31 ediciones-, la parroquia de Caleiro (Vilanova) honró ayer a San Isidro, patrono de los agricultores. Los vecinos no fallaron a esta tradicional cita y el entorno de la iglesia se abarrotó por completo. Prueba de ello es que en menos de dos horas se agotaron las existencias. La Comisión de Festas de San Isidro de Caleiro repartió de forma gratuita entre los asistentes 120 litros de vino, 600 kilos de pan de maíz y 160 de chorizos. El tinto fue lo primero en terminarse.
La parroquia estuvo de fiesta durante todo el día y hasta bien entrada la madrugada, con la actuación de las orquestas Costa Oeste y Filadelfia, que empezaron la verbena sobre las nueve y cuarto de la noche. Pero los festejos comenzaron muchas horas antes. Las bombas de artificio ya avisaban a los vecinos a las 8 de la mañana de que les quedaba por delante una jornada festiva. Luego dos bandas de gaitas recorrieron Caleiro para poner música a los festejos, en la que no faltaron los actos religiosos: la misa cantada de las 12 del mediodía y la procesión, que salió acompañada del desfile de tractores engalanados con motivos relativos a Caleiro o al trabajo en el campo.
Este año no participó ningún carro, reflejo del desuso de este vehículo en el campo. No obstante, a diferencia del año pasado, hubo un tractor más, por lo que fueron ocho los que recorrieron las calles de la parroquia. El ganador se llevó 200 euros en metálico por recrear una aldea a escala en el remolque de su tractor.
La actual comisión de fiestas, que lleva seis años organizando los festejos de San Isidro, premió con 100 euros al segundo, con 50 al tercero, y con 20 euros a cada uno de los demás participantes -del cuarto al octavo-. Aparte del dinero, los cinco primeros puestos también recibieron un saco de sulfato de cobre de 5 kilos; los demás se llevaron uno de 1 kilo. A los ocho propietarios de tractores se les hizo entrega de un saco de Nitramón, según explica el presidente de la comisión de fiestas, José Luis Nogueira.
Antiguamente la fiesta de San Isidro rotaba cada año entre las distintas parroquias de Vilanova, pero desde hace 33 se celebra siempre en Caleiro, donde perdura la tradición al tratarse de un lugar donde la agricultura tiene una importante presencia.
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