Vilanova negociará con Patrimonio la recuperación de la fachada de Vista Real

Con la protección integral que pendía sobre el pazo de Vista Real eliminada, el Concello de Vilanova trabaja en los términos que debe cumplir para acometer una profunda remodelación en la emblemática edificación. Ésta se va a dividir en dos partes claramente definidas. La primera de ellas será la que se va a acometer en el interior, cuyo destino es convertirse en aulas de formación, y que se encuentra perfilada. No así el exterior, cuyo valor obliga a perfilar cualquier tipo de obra con Patrimonio.

Regresar a la situación original está totalmente descartado, ya que obligaría prácticamente a tirar el edificio y construir uno nuevo, pero sí se pueden acometer una serie de reformas que permitan acercar la imagen del pazo a su tipología original. Esas actuaciones son las que se van a realizar con la supervisión de Patrimonio, entidad que el alcalde, Gonzalo Durán, "nos va a hacer algún tipo de recomendación que creemos que podemos cumplir sin ningún tipo de problema". El objetivo es que desaparezcan elementos tan poco vinculados a un pazo gallego como son las buhardillas o los enormes ventanales de cristal murano, instalados por la familia Charlín mientras fue propietaria del pazo antes de ser intervenido por la Audiencia Nacional.

En lo que respecta a la finca que rodea el pazo, el Concello de Vilanova aguarda por la homologación de la misma para impartir cursos de formación en agricultura. Para ello se depende de los técnicos de la Consellería de Traballo, que tienen previsto visitar la finca en los próximos días y dar el visto bueno a un proyecto novedoso con el que fijar población en las zonas rurales de la comarca de O Salnés. El pazo de Vista Real cuenta ya con un invernadero y ya ha acogido algún curso de formación con una homologación temporal, pero que ahora quieren que sea definitiva.

El pazo de Vista Real fue adquirido por el Concello de Vilanova en diciembre de 2010, al ser subastado por la Agencia Tributaria dentro de un lote de propiedades de empresas de la familia Charlín. Las arcas municipales tuvieron que hacer frente a su coste, de más de un millón de euros, haciéndose así con un gran terreno público que ya se ha convertido en un parque al que acuden habitualmente los vilanoveses. Queda pendiente todavía la construcción de un centro de día en la finca que rodea al pazo.