O GROVE
Cacabelos califica de "chantaje" la amenaza de la APLU sobre el edificio administrativo de O Grove
El portavoz socialista cree que el PP pretende forzar su apoyo al PXOM - Recuerda que ya han formulado su propuesta al respecto

José Antonio Cacabelos, en la polémica caseta de O Sineiro. // Muñiz
REDACCIÓN
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de O Grove, José Antonio Cacabelos califica como "chantaje" la amenaza de demolición que pesa sobre el edificio administrativo y que ha sido dictada por la Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística (Aplu), dependiente de la Consellería de Medio Ambiente y Política Territorial.
Interpreta el líder socialista local que se trata de una estrategia política diseñada por el PP y el alcalde de la localidad, Miguel Pérez, para forzar el apoyo de los socialistas al Plan Xeral de Urbanismo, que se encuentra en tramitación y que, en principio, es la única baza legal para legalizar las flamantes instalaciones municipales de la calle de Cándido Acuña.
Cacabelos afirma que aprobar este plan es dar un cheque en blanco para un PXOM que además del edificio administrativo legalizaría auténticas "aberraciones" privadas como "el edificio situado al lado mismo de la capilla de San Antonio, la urbanización de un monte para un hotel en San Vicente, la segregación del Monte Central de A Toxa que permite la construcción de un edificio y jardines privados, entre otros".
Cacabelos insiste en que si se retiran estos intereses privados del borrador del plan, los socialistas están dispuestos a vitar a favor para su puesta en marcha de forma inmediata.
Conviene recordar que el caso de O Grove es excepcional pus todavía rige el Decreto de Cuiña que paraliza todas las licencias de obra y que fue dictado allá por el año 2002, es decir hace doce años.
Después hubo varios intentos fallidos en O Grove de presentar unas normas urbanísticas acordes, debido a la oposición frontal de una parte de los vecinos en el anterior gobierno de Miguel Pérez y luego el impedimento de que la Ley do Solo exige que esté adaptado a su normativa.
En este sentido, es preciso recordar que el gobierno tripartito que hasta 2011 presidió José Antonio Cacabelos tampoco hizo frente a este problema importante de la localidad.
Fue en ese tiempo de Cacabelo cuando se decidió construir el nuevo edificio administrativo de la calle Cándido Acuña y al que en los últimos meses se han trasladado la mayor parte de las dependencias municipales.
Pero el inmueble se construyó sin licencia y en unos terrenos que tienen reparos por estar en terrenos de la franja de protección marítimo terrestre, sin olvidar su proximidad también con la aludida capilla de San Antonio, por lo que existen reparos por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio.
Cacabelos aseguraba ayer que precisamente estos motivoss han implicado en su día una reforma del proyecto. "Inicialmente, el edificio iba a ocupar un fondo de 14 metros lineales y se reformó el proyecto para reducirlo a 13, de modo que se salvaban los reparos que pudieran poner las administraciones". El excalcalde asegura que así se establecía en el plan especial para esta zona, que el futuro PXOM pretende declarar como urbana.
Pero el líder del PSOE insiste en que el problema no es técnico sino político y afirma que la única pretensión del actual alcalde, Miguel Pérez es la de echar abajo "todo lo que se hizo en O Grove durante la etapa en la que goberné".
"Pérez usa a la APLU como ariete para deshacer todo lo que compuso el anterior gobierno local", lamenta el edil socialista.
Así afirma que la caseta de O Sineiro fue demolida porque "Pérez dejó que caducasen los plazos y no actuó como era debido en su momento; lo hizo a mala fe", agrega.
Explica que en el caso de dicha caseta su gobierno lo único que hizo fue restaurarla "porque estaba en unas condiciones lamentables". Se trataba de unas instalaciones de unos 20 metros cuadrados, pero el proyecto fue realizado por un equipo técnico polémico.
Y Cacabelos también resalta el hecho de que la orden de la Aplu corresponda a una respuesta al constructor Óscar Miniño que, al fin y al cabo, fue quien presentó la denuncia en la Xunta contra el edificio administrativo y la caseta de O Sineiro.
"Es incomprensible que la Xunta haga caso de un particular y desoiga lo que se expone desde una administración o un grupo político", señala el concejal y portavoz del principal partido en la oposición.
Finalmente, Cacabelos critica el comportamiento "ruín y mezquino de Miguel Pérez", respecto de este asunto.
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