La Festa da Bici de Cambados se convierte en un alegato a favor del uso del casco
El Ayuntamiento estableció este año que sería "obligatorio" en la marcha y la mayoría de aficionados acudieron con él

Muchas bicicletas llevaban mayos. // Iñaki Abella
A. MARTÍNEZ | CAMBADOS
El Ayuntamiento de Cambados pidió este año públicamente a todos los que acudiesen a la Festa da Bici que llevasen casco, y la práctica totalidad de las 2.300 personas que ayer tomaron la salida de la plaza de Fefiñáns lo llevaban. Todavía hay mucha gente que se resiste a colocarse el casco cuando sale en bicicleta, de ahí que el Concello optase este año por declararlo obligatorio, para fomentar de ese modo su utilización.
David Monteagudo y Juan Miguel Galiñanes son dos meisinos -aunque el segundo de ellos reside en Vilagarcía- que ayer acudieron a Cambados con un grupo de amigos. Ambos llevaban casco. Para Monteagudo "una vez que lo pones y te acostumbras a él parece que si un día no lo llevas te falta algo". Un compañero suyo declara a su vez que "ahora es algo que se te exige en todas partes", en referencia a marchas cicloturísticas como la de ayer.
Javier Baúlde y Beli García, de Vilanova, son una pareja que acudió a Cambados en compañía de sus amigos. Son veteranos de la prueba cambadesa -calculan que han participado en unas 15 ediciones- y también llevaban el sistema de protección.
García afirma que "a mí me parece incomodísimo, porque da mucho calor, pero admito que es necesario", mientras que Javier Baúlde manifiesta que "el casco es necesario". Él no comparte la impresión de que sea incómodo. "A veces bajas de la bici, vas a tomar un café y ni te das cuenta de que lo llevas puesto".
Otra persona presente en la fiesta fue el cambadés Sergio Santos, que llevaba a su hijo de corta edad en un sillín posterior de la bicicleta. Tanto el niño como él llevaban casco, y Santos sostiene que a él le gusta utilizarlo "porque es un ejemplo para los niños, para que se vayan acostumbrado a él".
El animador deportivo del Ayuntamiento de Cambados, y uno de los principales organizadores del evento, Alfredo Oliveira declaró al término de la marcha que "la gente respondió muy bien al llamamiento de utilización del casco. Los aficionados están concienciados y saben que es algo pensado para mejorar su seguridad".
2.300 participantes
La Festa da Bici de Cambados de ayer fue una de las más multitudinarias de su historia, con 2.300 participantes congregados en la plaza de Fefiñáns, y que retiraron la etiqueta-dorsal con la que luego participaron en los sorteos. Había muchas bicicletas con mayos, y también se veía un gran número de padres que acudieron con sus bebés en los sillines posteriores.
La prueba, que cumplió ayer 23 ediciones y que sigue siendo una de las fiestas de la bicicleta más multitudinarias de Galicia, estrenó circuito, de nueve kilómetros, que discurría por el centro urbano y por puntos de las parroquias de Vilariño o Corvillón. En la organización participaron en torno a medio centenar de personas, entre el personal del Concello y el dispositivo de seguridad, formado por voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de Cambados y Ribadumia y por la Policía Local. Se registraron algunas caídas, siendo las principales, según Protección Civil, la sufrida por un hombre en Rosalía de Castro, que se cayó en una acera, sufriendo una ligera conmoción; la de una joven que se golpeó con un muro de piedra y se hizo un corte profundo en un brazo a la altura de A Modia; y la de un niño de 12 años que se fue al suelo en A Pedreira (Vilariño). Los dos primeros tuvieron que ser trasladados en ambulancia al centro de salud.
El Ayuntamiento sorteó entre todos los participantes cinco bicicletas, 20 cascos, impermeables, mochilas y equipaciones de ciclista, y entregó también varios premios en las categorías ya tradicionales. Todos ellos recayeron este año en vecinos de Cambados. Así, el participante más joven que completó el recorrido fue Brais Piñeiro, de tres años y cinco meses; el de mayor edad, Andrés Rey, de 83; la familia más numerosa, la González, con 15 miembros; y la bicicleta más original fue la del cuadro de tubos de José Antonio Estévez.
- La Guardia Civil ya piensa en las motos de agua
- Las mafias de la droga crean sus propias redes de criptoblanqueo
- La viña desborda: vegetación «exagerada» y granos tamaño guisante
- Última fase de traslado a Catoira de la maquinaria de STAC y sus trabajadores
- Adiós a Óscar Willich, el hombre que revolucionó los motores de barcos en la ría de Arousa
- El IES Francisco Asorey, entre los ocho mejores centros de Galicia en la PAU
- Los trabajadores de la Cofradía de Cambados están sin cobrar mayo
- Dos heridos en una pelea con un vaso roto en el centro de Vilagarcía