Tras el éxito de la edición celebrada en aguas de O Freixo, Serra de Outes, el pasado año, la Federación Galega pola Cultura Marítima e Fluvial ya busca una nueva localización para una de las actividades más importantes de la vela tradicional en la comunidad autónoma, los Encontros.

Dos son las opciones que tienen encima de la mesa los colectivos que conforman la FGCMF, que se van a analizar en la asamblea del próximo sábado en las dependencias de la sede de la entidad en Cambados. Los puertos candidatos son Combarro, en el municipio pontevedrés de Poio, y Cabo da Cruz, en el municipio coruñés de Boiro.

En caso de que los integrantes de la Federación se decanten por la primera sería la segunda ocasión en la que Combarro acoge unos Encontros, después de haber sido sede en 2001.

En el lado contrario, decantarse por Cabo da Cruz significaría regresar a la ría de Arousa, entorno donde se han celebrado la mayor parte de estos eventos, que acostumbran a reunir a miles de personas en torno a embarcaciones de todo tipo de tipologías, y sobre todo, a las actividades que se organizan, como la gastronomía o la cultura del mar.

Cualquiera de las dos alternativas que se presentan es atractiva para la Federación, sobre todo después de haber analizado los proyectos con los que concurren, al tratarse de dos muelles que poseen un pasado marítimo envidiable.

Las dos alternativas

En el caso de la localidad de la ría de Pontevedra, el proyecto presentado se basa en tres puntos clave. El primero de ellos pretende convertir los Encontros en una reivindicación de la embarcación más humilde de cuantas han surcado las rías gallegas, pero no por ello menos versátil que el resto: la chalana. El segundo punto tiene un importante compromiso medioambiental con uno de los entornos menos conocidos de la ría de Pontevedra, la isla de Tambo, un lugar que se quiere dar a conocer por parte de los organizadores que, incluso, tienen previsto incluir en el programa alguna ruta por el interior de la ínsula para descubrir las especies florales que guarda el antiguo polvorín de la Armada. El último de los puntos pasa por poner en valor el patrimonio marítimo y el aspecto integrador de las gentes del mar.

El proyecto de Cabo da Cruz se centra de manera especial en carácter marinero que posee esta localidad. Su apuesta se centra en cuestiones como la actividad marisquera, conservera y, especialmente, en la carpintería de ribeira, un sector que, durante años, tuvo un gran arraigo en la zona. Además, juega a su favor que nunca se han celebrado unos Encontros de Embarcacións Tradicionais en ese municipio.

En principio, los dos proyectos parten muy igualados y ambos cumplen con los requisitos que impone la FGCMF para poder acoger un evento de estas características, unos requisitos que se han endurecido a raíz de lo ocurrido en el X Encontro celebrado en Carril, Concello de Vilagarcía en 2011, que no dejó muy buen recuerdo entre los integrantes de la entidad.

Ambos puertos han presentado un compromiso por escrito del pleno de que van a apoyar los Encontros, pero tras lo ocurrido en Carril hace tres años, la Federación también ha solicitado que en ese documento se especifique la cantidad con la que se va a respaldar el evento, algo que todavía no ha presentado Cabo da Cruz aunque se espera que lo haga en los próximos días.

Los Encontros han viajado por toda Galicia desde que se celebraron en Ribeira 1993. Así, localidades como Illa de Arousa, Cambados, Muros, Ferrol o Vilagarcía han sido sede de un evento en que están representadas todas las tipologías de las embarcaciones que, durante siglos, surcaron las aguas de Galicia, bien fuese para pescar, bien para trasladar mercancías de un lado a otro de las rías gallegas.