La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), cada vez con mayor presencia y protagonismo en las Rías Baixas, compara los efectos del hundimiento del petrolero Prestige entre las aves con los daños causados a las mismas por la sucesión de temporales de viento durante el invierno que ahora agoniza. Por esta razón, ha convocado a ornitólogos y aficionados a la naturaleza de todo el país -sobre todo de la fachada litoral atlántica y cantábrica- para peinar la costa en busca de ejemplares afectados por el duro invierno.

Se trata de recoger los que puedan estar aún vivos y presenten síntomas de debilidad, para intentar salvarlos, pero también buscan aves muertas, para retirarlas de la costa y estudiar en detalle las causas de su fallecimiento, que suelen estar relacionadas con la ausencia de alimento derivada de la sucesión de temporales durante los últimos meses.

A SEO/BirdLife se unieron colectivos como la Sociedade Galega de Ornitoloxía (SGO) y participantes en general, pues para recorrer la costa en busca de estas aves solo se requería disponer de una cámara para registrar en fotos los ejemplares localizados y estar dispuesto a recorrer las playas contribuyendo a la conservación de las aves y la naturaleza en general.

Como se explicó en ocasiones anteriores, los fuertes vientos, o mejor dicho, su persistencia en el tiempo, causaron importantes perjuicios a las aves -sobre todo a las pelágicas-, dejándolas especialmente débiles por no poder alimentarse durante semanas y afectando de manera significativa a los ejemplares que realizaban rutas migracionales.

En SEO abundan en esto para decir que "buena parte de los álcidos que arriban a las playas del norte peninsular son ejemplares desnutridos y pueden ser recuperados con los cuidados adecuados; si encontramos alguno podemos ayudarlo a sobrevivir", dejándolo en manos de profesionales.

Como normas básicas, SEO/BirdLife destaca que en caso de localizar alguna ave orillada "hay que avisar rápidamente por teléfono para que vengan a rescatarla", por ejemplo a través del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cotorredondo, con los teléfonos 986 680 390 o 600 333 123. También es preciso "poner el ave cuidadosamente en una caja a oscuras con aireación, ya que la oscuridad les genera tranquilidad", y se recomienda "no amarrarles el pico y no darles de comer o beber bajo ningún concepto".

Frailecillos, alcas, alcatraces y araos fueron las especies más castigadas por unos duros temporales que azotaron a toda la costa noroccidental de la península ibérica, y lógicamente la alta mortandad de aves también quedó patente en municipios como O Grove y Sanxenxo, donde se detectó la presencia de gran cantidad de aves muertas sobre playas como la de A Lanzada.