La concejalía de Tráfico y Seguridad Ciudadana, dirigida por el edil Benito Dorgambide, ha acelerado las obras pendientes de reforma de varios viales urbanos aprovechando los días de buen tiempo. Mientras los trabajos en el paso de peatones de la plaza de Galicia continúan en marcha, ayer los operarios se trasladaron también a San Roque para eliminar la isleta de acceso a Ramón Cabanillas y cerrar esta calle a los vehículos que procedan de la anteriormente citada, ya que a partir de ahora contará con sentido único de subida.

Estas reformas, si bien fueron comentadas hace meses y volvieron a abordarse en el pasado pleno, no han sido anunciadas ni explicadas por el gobierno local. Sin embargo, ayer el alcalde, Tomás Fole, explicó que el Concello había solicitado a una empresa dos semáforos de color plateado para instalar en la plaza de Galicia. "Cuando colocaron los blancos con dibujos nos dimos cuenta de que se habían equivocado", afirma el primer edil. Esa equivocación fue solventada ayer, cuando unos trabajadores de la empresa contratada transformaron estas señales verticales en unos semáforos plateados.

La obra contempla la instalación en los próximos días de otras dos señales en forma de "L" que anunciarán a los peatones si el paso está abierto o cerrado. "La empresa que iba a colocar las luces en la acera cerró y no hay otra que las fabrique, así que no las pondremos", añadió Fole, que no supo aclarar si el paso de peatones se elevará o se ensanchará, pues son aspectos pendientes de análisis.

Aunque Ravella tampoco lo ha especificado, la intervención de ayer en San Roque hace prever que los autobuses escolares del Castro Alobre seguirán parando frente al instituto.