La Consellería de Economía e Industria abrió en su día un expediente a la empresa Renoveurysa por no presentar a tiempo el plan industrial asociado al concurso eólico. El departamento que dirige Francisco Conde acaba de resolver dicho expediente, en el que se le retira a la empresa de Caldas de Reis los seis megavatios que tenía preasignados en el monte Castrove. En la práctica, esto significa el archivo del proyecto eólico, que afectaba principalmente a varias parroquias de Meis y Poio, y que se ubicaría en las proximidades de las antenas de televisión.

Además, se da la circunstancia de que los empresarios tampoco están ya interesados en desarrollar el parque eólico. El consejero delegado de la sociedad, Enrique Villaverde manifestó ayer a preguntas de FARO que renuncian definitivamente a la estación. "Hoy por hoy el proyecto no nos resulta interesante a ningún efecto", espetó.

Villaverde explica que hay varios factores detrás de la decisión de Renoveurysa, como el temor a la "inseguridad jurídica" que pueda devenir de la reforma del concurso eólico, o el fin de las primas para las energías renovables, que hacen más difícil rentabilizar este tipo de iniciativas. Asimismo, Villaverde alude al inesperado fallecimiento en mayo pasado de Carlos Pérez Padrón, presidente de Eurolatón, que es una de las empresas que lideran Renoveurysa.

Así las cosas, la firma caldense da por hecho que ya no construirá el parque eólico del monte Castrove, con independencia de lo que les conteste la Xunta de Galicia a su petición de prorrogar el plazo para presentar el plan industrial asociado. "Nos resultaba inviable presentar el plan en las fechas inicialmente previstas, por lo que solicitamos a la Xunta un nuevo calendario. Esa petición está pendiente de resolver, pero con independencia de lo que nos respondan ya no estamos interesados en el proyecto", agrega Villaverde.

La Consellería de Economía e Industria ya explicó en su día que se habían abierto expedientes a aquellas empresas a las que se les había preasignado una potencia eólica, pero que posteriormente no entregaron la documentación requerida o no cumplimentaron todos los trámites, tal y como sucedió con Renoveurysa al no presentar el obligado plan industrial.

Siete millones de inversión

Renoveurysa tenía preadjudicados seis megavatios en O Castrove, y el presupuesto de la actuación rondaría los siete millones de euros. El proyecto contemplaba la instalación de dos aerogeneradores de 120 metros de altura y cinco de diámetro, con palas de 54 metros y un peso aproximado total de 70 toneladas. Se trata, en conjunto, de unas dimensiones más elevadas de la media, y el parque se instalaría en terrenos de las parroquias de San Salvador de Meis y San Xoán de Poio.

También se verían afectadas en mayor o menor grado las de Campañó (Pontevedra), San Vicente y Armenteira (Meis), así como las empresas Granitos Milagros, de Moraña, y Luancar Energy, de Vilagarcía, que tienen derechos de explotación minera en O Castrove, y terrenos del municipio de Barro. En cuanto al radio de acción, incluía a las aldeas de A Escusa y Río Mouro, en Poio, situadas a menos de un kilómetro de la estación.

Las comunidades de montes afectadas se mostraron desde un primer momento favorables al parque, si bien estaban preocupadas con que la empresa recurriese a la expropiación de los terrenos. Enrique Villaverde, sin embargo, lo negó inmediatamente, alegando que en el propio plan de viabilidad presentado a la Xunta ya se contemplaba la posibilidad del alquiler.

El proyecto de Renoveurysa se convierte así en uno de los primeros del concurso de 2010 que se archivan. La producción de energías renovables es una de las grandes apuestas de la Xunta por el desarrollo industrial gallego, pero se está encontrando con dificultades, con el fin de las primas a las renovables y la reforma del concurso.