Hasta hace solo unas semanas la campana existente en la capilla situada en las conocidas Torres do Oeste, en Catoira, lucía en todo su esplendor. Ahora mismo ya no hay nada en el lugar que ocupaba, lo cual ha provocado desconcierto e indignación en el municipio.

"En el Ayuntamiento nadie sabe nada, ni yo mismo, que acabo de enterarme de la noticia esta misma tarde", declaraba el alcalde, Alberto García, cuando ayer era preguntado por el paradero de la campana. Tanto la capilla como su campana y el conjunto monumental de las Torres do Oeste juegan un papel protagonista en el tradicional desembarco vikingo. Pero parece que la campana ya no volverá a sonar.