Los mariscadores de la Cofradía de Carril están en máxima alerta por el riesgo de muerte de la mayor parte de la producción de moluscos como consecuencia de la baja salinidad del agua, tras los continuos temporales. Las recientes analíticas del agua revelan que en los últimos tres días la salinidad bajó bruscamente, posiblemente a causa de la apertura de las compuertas de un embalse del río Ulla.

El patrón mayor de la Cofradía, Fernando Franco, constató la semana pasada la muerte de la almeja babosa en varias zonas marisqueras antes de que se produjera el gran bajón del nivel de sal en el agua de mar. En los últimos días la agrupación de mariscadoras le comunicó que también en la zona de Os Lombos do Ulla (prácticamente en la desembocadura del río) estaba muriendo la almeja japónica, que es más resistente.

"El problema que tenemos es que sigue lloviendo fuerte, hay temporal y las mareas no bajan lo suficiente para poder comprobar todas concesiones y autorizaciones marisqueras de la cofradía. Esto nos impide hacer un balance completo de la situación de la producción de almeja y berberecho, pero creemos que los daños pueden ser muy importantes", declaró Fernando Franco.

El único aliciente de los miembros de la cofradía carrilexa es que pudieron salvar la campaña de Navidad con las ventas de bivalvos.