"Aunque San Vicente sea 'la aldea' hay que valorar a su gente; también pagan impuestos"
"Si San Martiño o el Carmen caen en fin de semana debe ser festivo local el 22 de enero"
O GROVE
Pocos curas hay en la comarca, y puede que en Galicia, capaces de conseguir tanto en tan poco tiempo. A sus treinta años, Juan Ventura Martínez se ha hecho un hueco importante en el corazón de los grovenses, y especialmente en el de los vecinos de San Vicente, donde ejerce como párroco desde el día del Apóstol de 2011. Ahora tendrá que compatibilizar su papel con el de párroco en Santa María de Simes (Meaño), donde debutó como cura titular hace apenas diez días. Al margen de su labor sacerdotal, este joven y emprendedor sacerdote destaca por su firme compromiso en defensa de los valores sociales, culturales y festivos del pueblo, en el que se siente a gusto y ha impulsado ya diferentes proyectos.
- Es evidente que es usted uno de esos curas que pueden tacharse de modernos; de los que apuestan por acercarse a la gente y presentar otra forma diferente de entender la religión y el cristianismo. ¿Quizás por eso es un párroco tan activo, de los que además de decir misa participan en el movimiento cultural y asociativo de la parroquia?
- La verdad es que estoy metido en todos los fregados posibles (risas). Como cura lo que quiero es que se haga más vida en la parroquia y se organicen cosas para todos. Por eso recientemente pasé a integrar la nueva asociación cultural que va a ocuparse de las fiestas. Había una comisión que lo hacía muy bien, pero lo dejó. Por eso hablé con un grupo de jóvenes y se animaron Diego, Arturo y unos cuantos más. Mi papel en esta comisión es transmitir ilusión a las personas que la forman, para que lleven adelante tanto las fiestas como otros proyectos culturales. Lo que queremos es mantener tradiciones que son muy importantes para todos y actividades que forman parte de la historia de la parroquia, y no solo desde el punto de vista religioso, sino como pueblo. El primer y gran objetivo de esta comisión va a ser organizar las fiestas en honor a San Vicente, pero también las de Sacramento y algunas cosas más. Hoy en día hacer fiestas es complicado porque requiere tiempo, esfuerzo y dinero, pero pondremos todo nuestro empeño.
- Además el día de San Vicente de 2014 ha sido declarado festivo local por el gobierno de O Grove. ¿Qué le parece?º
- Como cura de esta parroquia me parece muy bien. Lo que no me gusta tanto es que alguna gente diga que los festivos de O Grove los marcan este cura y un concejal. Quiero entender que decir eso es solo una broma, aunque sea una broma de mal gusto. ¡Ya me gustaría mandar más en el Ayuntamiento! (risas). Entiendo que hay muchísima más gente en la parroquia de San Martiño, que es mucho más grande, y es lógico que la mayoría quieran que ese sea el festivo local, junto al de la Virgen del Carmen. Pero también hay que entender que San Vicente es una parroquia de este Concello, y aunque sea considerada y denominada 'la aldea', también hay que valorar a sus gentes y tenerlas en cuenta; los vecinos de San Vicente también son de O Grove, y como todos los demás pagan sus impuestos, por eso hay que tener un poco más de consideración con el pueblo de San Vicente. Dicho esto, insisto en que entiendo que alguna gente de San Martiño pueda estar molesta, por eso siempre planteé que cuando San Martiño o la festividad del Carmen coincidan en fin de semana, lo que hay que hacer es declarar festivo el día del patrón de San Vicente, el 22 de enero, en lugar del Martes de Carnaval o el Miércoles de Ceniza.
-¿Cree que esto puede dar lugar a un distanciamiento entre las dos parroquias grovenses?
- No, no lo creo, y no quiero que eso suceda. Entiendo que la parroquia de San Vicente es más pequeña y que en ella viven poco más de mil habitantes. También debo decir que la fiesta del San Martiño se revitalizó hace tres o cuatro años gracias a una comisión que está trabajando muy bien y recuperando la tradición, pero en general la gente de O Grove no celebra el San Martiño como se merece, sobre todo porque en la misa la iglesia está medio vacía. Lo que sucede es que como es festivo local y en Portugal, Santiago y otras ciudades está todo abierto, hay gente que se marcha de excursión o de compras, y eso hace que el San Martiño sea un día para irse lejos, no para disfrutarlo en familia y con amigos.
-Un destacado político local dijo una vez: "El día que se lleven a don Ventura a otra localidad lo echaremos mucho de menos". Parece que los vecinos se sienten a gusto con usted y les agrada su papel. ¿Usted lo percibe así?
-Realmente tengo mucha suerte, pues me considero un cura cercano y querido por los grovenses. También intento ser cercano a la gente porque creo que ahí, en la cercanía y atención a las personas cuando vienen a nosotros, es donde cualquier cura se juega el 50% de su ser o no ser.
-Algunos opinan que, por campechano y sincero, usted guarda cierto parecido con el Papa Francisco.
- (Risas) Ya me gustaría ser como el Papa Francisco. Cuando le preguntaban al principio por qué no vivía en el apartamento papal, con todo tipo de lujos y comodidades, respondía que su forma de ser no se lo permitía y que no necesitaba tantos lujos, sino que prefiere estar rodeado de gente y convivir con los ciudadanos, como hizo siempre. Aquellas palabras sinceras me emocionaron porque es muy bonito que alguien como el Papa quiera estar siempre rodeado de la gente. En cierto modo en eso si nos parecemos, ya que a mi también me gusta estar con mis vecinos.
-Parece totalmente de acuerdo con la labor que lleva a cabo el Sumo Pontífice y el renovado mensaje de la Iglesia.
-La verdad es que el Papa Francisco está dando esperanzas a toda la Iglesia y nos está marcando, a los curas, una senda que ya nos había marcado Jesús, pero que en algunos aspectos había dejado de estar clara y que a veces no seguimos como deberíamos. Si, estoy satisfecho porque el Santo Padre nos está marcando el camino.
-¿También lo marca en cuanto a la posibilidad de que las mujeres ejerzan como sacerdotisas?
-Ese es un tema delicado, pero en cualquier caso el Papa ya habló de ello y creo que dio unas directrices claras al respecto. De lo que no cabe duda alguna es de que el papel de las mujeres en la Iglesia es fundamental. Estamos en tiempo de cambios y renovación. El Obispo acaba de convocarnos a un sínodo diocesano (reunión de periodicidad irregular con sacerdotes, clero regular y cabildo catedralicio de una diócesis particular) para tratar todo lo relacionado con el día a día de las parroquias y de nuestras acciones pastorales. El lema es "Renovarnos en comunión desde Cristo", y eso significa intentar llevar el mensaje del Evangelio de hoy a todas las gentes y no pensar solo en los más pobres de África, sino en la gente que tenemos en nuestras parroquias, y que en muchos casos lo pasa francamente mal.
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