O SALNÉS
La proliferación de robos de kiwi obliga a los cosecheros a adelantar la recolección
La cooperativa cambadesa Horsal recibe estos días los primeros lotes - Uno de los mayores productores de O Salnés se queja de los precios - Hay menos fruta, pero más grande
A.MARTÍNEZ
La recolección del kiwi suele empezar en O Salnés sobre el 10 de noviembre, y algunos años todavía más tarde. Pero este otoño las cosas se han adelantado, y no solo porque la fruta haya madurado rápido y bien. En las últimas semanas se han producido varios robos de kiwi en las explotaciones, y el temor a perder toda la producción ha llevado a los agricultores a adelantar la cosecha en las parcelas donde el fruto estaba más maduro.
En la cooperativa agrícola de Cambados Horsal ya han empezado a recibir los primeros lotes, y reconocen que en algunos casos los han cogido porque sus socios sufrieron robos de fruta y temían quedarse sin nada si esperaban a mediados de noviembre. De todos modos, la recolección se ha iniciado por las fincas donde los niveles de azúcar en el fruto eran más elevados.
Rubén Vila, un agricultor de Ribadumia que tiene una de las mayores explotaciones de kiwi de O Salnés, apunta que en su caso no empezará la recolección hasta mediados de noviembre. "Este año hay algo menos de cantidad de fruta que el año pasado, pero a cambio tiene un tamaño bastante bueno".
Las condiciones meteorológicas de este año -con una primavera lluviosa y fría y un verano seco y caluroso- no repercutieron negativamente en la floración, explica Rubén Vila, de ahí que en algunas parcelas la recolección se adelante este otoño. Asimismo, afirma que hay cosecheros preocupados por los robos y que eso también puede motivar que se adelante un poco la recogida. "El otro día coincidí en la cooperativa con un socio que decía que le habían robado casi todo el kiwi de una de sus tres parcelas. Y eso que tenía un cierre con candado y alambres".
El robo de kiwi no es un problema nuevo en O Salnés. Se trata de una fruta relativamente fácil de recoger y es muy demandada por los consumidores. Además, las plantaciones de mayor tamaño suelen estar en zonas rurales alejadas de las aldeas, lo que dificulta las tareas de vigilancia de la Guardia Civil y propicia que los ladrones puedan actuar con cierta tranquilidad durante la madrugada.
Rubén Vila sostiene que el kiwi "se da bien en O Salnés", pero que los precios deberían ser más altos para que los agricultores se animasen a plantar más. "El año pasado el kilo del más grande se pagó a entre 70 y 80 céntimos. Y luego en los supermercados los encuentras a casi tres euros el kilo". Horsal recoge la producción de esta fruta a una docena de cosecheros de O Salnés, entre los cuales suman unos 30.000 kilos. En la comarca hay en total una treintena de agricultores con explotaciones de tamaño medio o grande. Rubén Vila posee dos fincas con kiwi en Ribadumia, y en 2012 tuvo una producción de unos 8.000 kilos.
El kiwi italiano es el mayor rival del gallego en los mercados al llegar el otoño, puesto que en ese país se produce más, lo que les permite vender más barato.
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