De la muerte de Jim Clark a su grave accidente en O Carballiño

Outeda estaba en África en 1968 cuando se enteró por televisión de la muerte del piloto escocés Jim Clark en un circuito de Alemania. Pero ni la visión de la tragedia le apartó de las ganas de correr. "En la fabricación de los coches se cuidan mucho las medidas de seguridad, pero aún así es un deporte peligroso, con muchos riesgos". Él mismo sufrió un grave accidente en 1986 en O Carballiño. Se salió de la carretera y cayó por un terraplén de 70 metros. "En ese momento no pensaba en nada más que en soltarme los cinturones y en salir del coche. Luego escuchaba al público decir que el coche iba a arder". Su última carrera fue en 2006 en Poio, cuando ya tenía 60 años.

En el taller de Outeda hay verdaderas joyas, como un "fórmula" con motor Kawasaki de 1.200 centímetros cúbicos, 198 caballos y seis velocidades que puede alcanzar una velocidad de 260 kilómetros por hora y que de estar a la venta costaría unos 28.000 euros. El coche pesa 390 kilos y tiene un consumo máximo de 25 litros de gasolina cada 100 kilómetros. Francisco Outeda también "inventó" nuevos vehículos, como un kart de seis ruedas, cuatro de ellas de tracción trasera. "Lo fabriqué en 1986 con unos compañeros de Valladolid. Necesitaba las cuatro ruedas atrás porque tenía un motor tan potente que si solo tuviese dos las desintegraría". Después se lo robaron. Outeda invierte unos dos años en cada coche.

Tracking Pixel Contents