Vilagarcía se inunda con viviendas y garajes afectados tras una intensa tromba de agua

Sobre las diez y media de la noche de ayer saltaron todas las alarmas. Caía una fuerte e intensa tromba de agua, y en el centro de Vilagarcía las calles iban acumulando agua. Cada vez más. Parecía que la historia se iba a repetir. El caos de 2006 con la ciudad completamente inundada todavía está muy presente en la mente de los vilagarcianos.

Afortunadamente la magnitud de las inundaciones de ayer no alcanzó la de aquel episodio -al menos hasta el cierre de esta edición-, pero sí se registraron cuantiosos daños en garajes y viviendas anegadas, así como cortes de suministro en el alumbrado público, y la lluvia volvió a poner en jaque a los servicios de emergencias, que tenían por delante una noche complicada.

Y es que la tromba de agua cogió a todos desprevenidos. Había poca gente por la calle. Los comercios estaban cerrados. Los propietarios de algunos bajos no verán los daños hasta hoy. Eso sí, los vecinos que disfrutaban en los bares de A Baldosa tuvieron que escaparse de las terrazas para meterse en el interior de los establecimientos, pues la calle peatonal estaba completamente anegada.

En pleno centro de la ciudad la imagen que ofrecía la confluencia de Arzobispo Lago y Conde Vallellano era espectacular. El agua sobrepasaba con creces la altura de las aceras, superando los 15 centímetros y alcanzando en algunos puntos los bajos de los coches.

En cuanto a los ríos, el Santa Mariña, en A Xunqueira, fue uno de los que se desbordó. Y es que llegaron a caer 40 litros por metro cuadrado en un corto periodo de tiempo.

Sobre las once de la noche llegaron efectivos de Protección Civil al entorno de la plaza de Galicia para abrir las tapas de las alcantarillas e intentar evacuar la mayor cantidad posible de agua de las calles anegadas. La marea estaba bajando, una buena señal en estos casos.

Las primeras actuaciones de los miembros del Servicio de Emergencias de Vilagarcía fueron en Conde Vallellano y Arzobispo Lago, y en Rosalía de Castro, donde se formaron grandes bolsas de agua y se anegó un garaje. En la calle Montenegro se levantó la tapa de una arqueta y en Xesteira, en Sobradelo, había otro garaje inundado.

Las consecuencias de la fuerte tromba de agua también afectaron a Vilanova, sobre todo a la parroquia de Caleiro, donde la recta estaba completamente inundada, complicando el tránsito de la circulación. En el lugar de Tarrío los efectivos de Protección Civil de Vilanova fueron alertados por una vivienda a la que estaba entrando agua.

En el centro del municipio vilanovés se formaron multitud de bolsas de agua. También en la glorieta de la PO-549 que da acceso a A Illa y al polígono de Tremoedo, la rotonda de Cardalda.