Adro Vello es una de las joyas de la corona en el plan de recuperación de los 17 yacimientos galaico-romanos de la provincia de Pontevedra, pues su historia ha sido muy prolongada en el tiempo.

"Se trata de un conjunto histórico de gran relevancia en Galicia" explican los arqueólogos a los que se encomendó este trabajo de puesta en valor del recinto de O Grove.

Situado a orillas del mar, junto a la playa de O Carreiro, el recinto conserva edificaciones de varias épocas históricas. "Se distinguen restos de lo que hace 2.000 años fue una industria de salazón y una villa romana", explican a vuela pluma.

La cronología del asentamiento romano se puede datar sobre los siglos III y IV después de Cristo. De la villa se aprecian los muros, canalizaciones, calzadas y diversos "cuncheiros". Además también se observan los cimientos de una iglesia visigótica del siglo VI o VII de la que quedan restos del altar, sacristía y diversos muros.

Los expertos consideran que es especialmente destacable "la cantidad de sarcófagos que se diseminan por todo este lugar, correspondientes a una necrópolis que abarca a los siglos inmediatamente posteriores a la iglesia hasta el siglo XVIII.".

También persisten los restos de dos torres de una posible fortificación altomedieval.

Resaltan por otra parte, el hecho de que a unos metros a la izquierda del yacimiento, en la conocida como Punta de Carreiro, "existió un poblado castrexo, del que hoy en dúa no quedan prácticamente restos".

El conjunto de Adro Vello se encuentra en la actualidad totalmente vallado por una inadecuada reja de metal que prácticamente hace invisible el conjunto, por lo que solo se pueden leer los paneles informativos del exterior. Como apuntó hace medio mes el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, incluso se desconoce quien tiene las llaves de la puerta de acceso.

Lo que si queda claro a los técnicos es el hecho de que el conjunto está actualmente "muy deteriorado" y apenas recibe visitas "al estar cerrado al público". De ahí que la vegetación se extienda por todo el lugar "y la arena de las dunas amenazan con sepultarlo".

Otra agresión importante se cometió hace años cuando se construyó una carretera general "que atravesó de pleno el conjunto".

Pero al estado de abandono, los expertos también agregan el hecho de que el recinto histórico carece de cualquier elemento de señalización "en el trayecto y en las localidades próximas".

Se quejan a su vez del deficiente grado de utilización de los paneles informativos en el área ocupada por el yacimiento y su entorno porque apenas aportan datos relevantes sobre la importancia de este recurso arqueológico.

Subrayan que el abandono del recinto en los últimos años provoca "una importante sensación visual del estado de abandono de las áreas excavadas, pues existe una abundante cubierta vegetal de xestas y matas que dificultan la visibilidad de las estructuras excavadas".

Este mismo aspecto se observa en las inmediaciones del propio yacimiento "en especial, en el portal de entrada al mismo".

Consideran inapropiada la existencia de un vallado metálico que, si bien actúa como elemento de protección del área del yacimiento excavado para evitar los saqueos y actos de vandalismo "impide el acceso de los visitantes al interior del mismo, minimizando el valor del lugar".

Otro de los impactos negativos importantes que se recalca es que el yacimiento se encuentra dividido por una infraestructura viaria que lo atraviesa, la PO-9106, es decir una carretera de la propia Diputación, que impulsa ahora este otro proyecto.

Las actuaciones previstas pasan por la limpieza, mantenimiento y señalización del lugar. Así, los técnicos comenzarán en breve una actuación de retirada de vegetación salvaje tanto en la zona excavada como en el perímetro.

Respecto del mantenimiento, se expone que la localización geográfica de Adro Vello, a escasos metros de la playa, supone que "tiene que soportar una alta exposición directa a agentes meteorológicos que erosionan el conjunto". De ahí que se recomiende la realización de actuaciones "para el mantenimiento y la conservación de todo el área y de las estructuras arqueológicas excavadas". Requiere también cierto mantenimiento el vallado metálico y los paneles informativos existentes.

Nula señalización

En cuanto a señalización se proponen dos señales de preseñalización en la rotonda que existe en la VRG 4.1 y que enlaza con la PO-308 y la PO-233; mientras que la segunda debería situarse en el centro urbano de O Grove, a la altura del cruce de Luis A. Mestre hacia San Vicente por la rúa do Sineiro..

Entienden que además deberían colocarse diversas señales de dirección para guiar a los interesados en la ruta de aproximación y acceso al yacimiento. Se proponen dos en la glorieta de entrada hacia San Vicente desde A Lanzada por la PO-317, otras dos en la intersección de las carreteras PO-327 y PO-9106 en el lugar de A Granxa, una en la intersección de la rúa do Sineiro con la PO-9101 en el lugar de Campos y otra en la salida del puente de A Toxa en dirección a Sanxenxo.

Por otra parte, recomiendan la instalación de una señal de conformación "que indique a los visitantes que llegaron a su destino, situado a orillas de la PO-9106 a su paso por el recurso.