El mitilicultor vuelve a ser el sector históricamente importante que fue en Galicia, y el que durante tanto tiempo generó ingresos y puestos de trabajo, tirando del carro de la comunidad autónoma y ganándose el calificativo de "motor económico".

La ausencia generaliza de biotoxinas y el buen rendimiento que presenta la vianda propicia una actividad frenética en los muelles. Y las masivas descargas, lógicamente, no obedecen a nada casual, sino que responden a la creciente demanda de la industria transformadora.

Y es que la conocida como "campaña de industria", la que moviliza a conserveras y cocederos, está ahora mismo "a tope".Las empresas no paran de cocer y transformar producto, y lógicamente los bateeiros no dejan de extraerlo de sus parques de cultivo y llevarlo a puerto para satisfacer toda la demanda existente, tanto dentro como fuera de Galicia.

Los empresarios consultados indican que en las últimas semanas "se han creado cientos de puestos de trabajo directos, tanto en los cocederos como en las conserveras", mientras que los bateeiros reconocen que también en su caso aumenta la mano de obra, "pues sin marea roja se dispara el ritmo de pedidos y descargas".

Las dos partes coinciden al argumentar que "a esto hay que sumar los puestos de trabajo indirectos que se generan, pues también hay que tener en cuenta a los transportistas y a otros muchos sectores o colectivos".

Javier Blanco, presidente de la asociación de productores de mejillón Virxe do Rosario, con sede en Vilaxoán (Vilagarcía), indica que "el sector anda revuelto porque las ventas se han disparado, ya que al remitir las biotoxinas todos quieren vender su producto cuanto antes, sobre todo por el temor que existe a que pronto regresen los cierres, y lógicamente esto provoca la saturación de algunos muelles".

En cualquier caso, y en contra de lo que pueda parecer, el vilaxoanés esgrime que "a pesar del considerable aumento de la oferta de producto, los precios no han caído tanto como en otras ocasiones, por eso creo que podemos hablar de una situación propicia para todos".

Blanco concluye diciendo que "las protagonistas ahora mismo son las industrias, y dado que contrataron mucha gente es evidente que la situación actual es muy positiva en toda Galicia, sobre todo en las localidades más estrechamente relacionadas con el sector bateeiro; de forma castiza podría decirse que muchos vecinos en paro estaban esperando la campaña de fábrica como el ciego por la vista".

La trascendencia de este momento es confirmada por Juan_Manuel Suárez, responsable de Cocederos Suárez -en Vilanova- y además presidente de la Asociación Galega de Cocederos de Mexillón de Galicia. "Nuestro sector está ahora mismo a pleno rendimiento, trabajando a tope, mañana y tarde", asegura.

Este empresario arousano reflexiona en voz alta para indicar que, "evidentemente, esta campaña genera mucho empleo y riqueza en el entorno".

En este sentido, hay que hacer un inciso para decir que se han contratado tanto hombres como mujeres, pero como suele ocurrir en este sector el trabajo especializado en las conserveras y cocederos supone un muy importante impulso para la contratación femenina.

"Podríamos decir que en los cocederos trabajan ahora mismo alrededor de 400 personas", indica el presidente de esta asociación integrada por once empresas gallegas y que, por tanto, representa al grueso del sector.

El propio Suárez apunta que "a los puestos de trabajo en nuestros cocederos hay que añadir cientos de empleos más en las conserveras, y lo mejor de todo es que si las biotoxinas no reaparecen, esta campaña puede prolongarse hasta Navidad".

Este empresario incluso sugiere que "si la calidad del producto es buena y aguanta, la campaña de fábrica podría extenderse hasta enero o febrero del año que viene". Satisfecho con la calidad del producto que le entregan sus clientes bateeiros -los cocederos preparan el mejillón para destinarlo a diferentes procesos de envasado o a las conserveras-, Juan_Manuel Suárez recalca que "estamos ante una actividad social, laboral y económicamente muy importante para la ría de Arousa y el conjunto de las rías gallegas".

Para entender mejor este buen momento para el sector, cabe aludir a los informes del Consello Regulador do Mexillón de Galicia.

En este órgano indican que "genera unos 11.500 puestos de trabajo directos y 7.000 indirectos, con un volumen de facturación anual de entre 120 y 150 millones de euros en primera venta, constituyendo un sector estratégico en el desarrollo económico; el clúster del mejillón, que incluye suministradores de materias primas, productores, depuradoras, conserveras y cocederos, factura al año en torno a los 500 millones de euros".