El cambadés Francisco Asorey fue uno de los grandes artistas plásticos del siglo XX en Galicia -para algunos críticos el mejor escultor-, y sin embargo es hoy en día "un personaje casi desconocido en el ámbito artístico", según una de sus nietas, Carmen Asorey. Según ella, esto se debe a varios motivos. Por un lado se encuentra el meramente comercial. "No hay un mercado oficial de Asorey, y sus piezas no se están moviendo". Pero también cree que puede haber "razones políticas".

Francisco Asorey siguió trabajando en España tras la Guerra Civil y la dictadura de Franco, e incluso realizó por encargo piezas de personajes del régimen. Su nieta cree que aunque el artista no fuese afín al franquismo, el hecho de quedarse en España ha motivado que no haya pasado a la posteridad con el aura de rebeldía e independencia que sí tienen los exiliados. "De hecho, mucha gente todavía desconoce que grandes monumentos, como el de San Francisco de Santiago o el de Curros en A Coruña son de mi abuelo", añade su nieta.

Carmen Asorey hizo estas declaraciones al término de la presentación del colectivo cultural que lleva el nombre de su abuelo. El acto fue en el Museo das Peregrinacións de Santiago de Compostela, y acudieron entre otros los alcaldes de esta ciudad, Ángel Currás, y de Cambados, Luis Aragunde.

La asociación nace para promocionar la figura del artista y para catalogar su obra, así como para luchar contra un presunto mercado negro de copias ilegales de obras de Asorey. La existencia de este tráfico artístico ilícito fue denunciado por Carmen Asorey, que también es la presidenta de la entidad. "Hay piezas de las que tenemos contabilizados los ejemplares, pero luego encontramos más, y lo que se reproduce sin permiso es ilegal".

La nieta del artista declara que "tenemos constancia de dos transacciones de copias ilegales. Pero si aparece un bronce que se hizo sin permiso nuestro a partir de una escayola puede haber muchos más, puesto que esa escayola es como el negativo de una fotografía".

Está junto al taller

La asociación, por el momento, es estrictamente familiar. De hecho, los dos cargos directivos principales los ocupan Carmen Asorey, y su padre, José Manuel Asorey, que es el vicepresidente. El objetivo, sin embargo, es crecer con nuevos miembros. La entidad está en Santiago porque es una ciudad en la que Asorey vivió y trabajó durante muchos años, y en la que están asentados sus descendientes.

El domicilio social está en un piso de una calle situada por detrás del convento de Santa Clara. Al lado se encuentra un garaje de vehículos en el que hasta los años 60 del siglo pasado estuvo el segundo taller de Asorey en Santiago. En esa época el Ayuntamiento ensanchó la calle, y le expropiaron al artista unas dos terceras partes del taller.

Carmen Asorey -que es licenciada en Historia del Arte- mostró en la presentación la página web y el blog que contienen la biografía oficial del escultor, así como un catálogo de su obra y una biblioteca digitalizada. Mostró asimismo una pieza inédita de su abuelo, un boceto en escayola de una Virgen Purísima. La hizo por encargo para una parroquia de A Estrada, pero cambió la iconografía tradicional. Así, en vez de representar a la Virgen con las manos cruzadas sobre el pecho, lo hizo con una hostia. El cura no quiso la escultura.

La presidenta del colectivo manifestó también que hay algunas restauraciones de obras de su abuelo "que son casi atentados", y confía en organizar más actividades en 2014, coincidiendo con el 125 aniversario del nacimiento de su abuelo.