Hace justamente un año la Xunta publicaba el borrador del decreto de conservación del chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), conocido en Galicia como "píllara das dunas". Ahora, una vez escuchadas todas las alegaciones, revisados los planteamientos iniciales y adaptada la normativa a las demandas de los usuarios de las playas en las que anida y sus Concellos, la Administración eleva a definitivo el texto que debe servir para recuperar la población de este pájaro catalogado como "vulnerable".

Se abre así otro plazo de exposición pública, de 45 días, para poder revisar todos los aspectos ligados, por ejemplo, al establecimiento de zonas de nidificación y protección, al paso de bañistas por las zonas de cría -esta especie deposita sus huevos directamente sobre la arena de importantes zonas de baño- o a la práctica de deportes como el kitesurf.

O Grove

Se presenta, en definitiva, un plan de conservación al que cabe prestar especial atención en localidades como O Grove, una de las pocas en las que se registran anidamientos con resultado satisfactorio para la continuidad de esta especie.

A lo largo del último año FARO ya desmenuzó en varias ocasiones las claves esenciales del plan de conservación de la especie, que como se explicaba el martes pasado ya ha regresado a los arenales de O Grove para anidar.

En cualquier caso, ahora que la Consellería de Medio Ambiente hace oficial su proyecto de decreto para la conservación de la "píllara", no está de más destacar algunos aspectos del mismo.

Éxito reproductor

En este sentido, hay que indicar que para buscar el éxito reproductor de la especie, el decreto fija medidas como "la utilización de parcelas de exclusión" para proteger los nidos cuando se detecte una amenaza de predación.

De este modo, se colocarán paneles informativos y una especie de alambradas perimetrales en los nidos -como ya se hizo el año pasado- para evitar que se acerquen personas y animales.

Eso se complementa con acciones de vigilancia en las que van a poder participar equipos de voluntarios como los que, por ejemplo, ya trata de captar la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).

No se descartan medidas de incubación artificial de los huevos ni la cría de los pollos que todavía no vuelen, al igual que se establecen controles de predadores y acciones para eliminar las alteraciones en la zona dunar, como por ejemplo la supresión de aparcamientos, pistas o infraestructuras que alteren el hábitat.

15 de marzo a 15 de julio

En época reproductora, que se fija entre el 15 de marzo y el 15 de julio, la Dirección Xeral de Conservación da Natureza de la Xunta se ocupará de balizar los nidos "en una superficie lo suficientemente amplia como para evitar perturbaciones que impliquen el abandono temporal del mismo", a lo que se sumará el balizado "mediante paneles explicativos".

El mismo decreto de la Consellería de Medio Ambiente recoge medidas de investigación, para determinar los factores que influyen en la mayor o menor densidad de los nidos, hacer un seguimiento de las causas de mortandad de polluelos, afrontar el reconocimiento de los depredadores nocturnos y evaluar "los efectos del uso humano de las playas sobre el comportamiento de los ejemplares".

Educación ambiental

Junto a las medidas de seguimiento y revisión de este plan de conservación del chorlitejo se adjuntan otras de información, educación ambiental y participación social.

Al hilo de esto, quieren difundir el plan de conservación de la "píllara" en los Concellos donde se sitúan las llamadas "áreas de presencia", así como elaborar material divulgativo sobre el estatus de conservación, biología y amenazas de la especie que se distribuirán en los centros de interpretación de Parque das Illas Atlánticas, en los parques naturales de Galicia y en otros puntos de información.

No faltará la campaña de sensibilización ambiental en los centros educativos e incluso en los arenales donde actualmente se realiza la limpieza mecánica de los mismos, para ganar el apoyo de la opinión pública e implantar la limpieza manual, incluso fomentando entre los bañistas la recogida de sus propios residuos.