O Grove tiene mucho que ver, y de qué disfrutar, también en caso de lluvia. Y quizás la prueba más llamativa sea el Museo de la Pesca y la Salazón, un centro de interpretación asentado en Punta Moreiras, a escasos metros del acuario, en el que descubrir más de medio millar de elementos expositivos con los que entender mejor la historia del pueblo grovense y de las rías gallegas.

El alcalde, Miguel Ángel Pérez García, quiere dar la bienvenida a los visitantes que estos días se encuentran en la localidad, y al mismo tiempo les aconseja "buscar refugio" frente a las adversidades meteorológicas en el citado museo, que se ha convertido, sin duda, en una de las principales bazas turísticas y etnográficas del Ayuntamiento de O Grove, especialmente en días tan desapacibles como los últimos.

El regidor apostilla que disfrutar del Museo de la Pesca y la Salazón, así como del entorno paradisíaco en el que se asienta, es siempre una opción recomendable, "tanto para nuestros vecinos como para los visitantes".

A esto hay que añadir que las instalaciones interiores, en las que se exponen las diferentes piezas, cuentan desde hace días con un pantógrafo, en este caso utilizado antiguamente para los diseños de las máquinas conserveras. Su presencia se suma a la de aparejos, nasas y útiles pesqueros de todo tipo, motores, embarcaciones -este sábado está previsto completar la restauración de una gamela y sumarla a la oferta existente-, herramientas propias de la carpintería de ribera y un largo etcétera de elementos museísticos que, sin duda, son fiel reflejo del modo de vida de la sociedad grovense en décadas pasadas.

Mañana y tarde

Hay que indicar, además, que las instalaciones están abiertas de 10 a 14 horas, con presencia en ellas del director y guía del museo, José Luis Escalante, más conocido como "Peliso" y la persona que mejor puede desvelar cada secreto de las instalaciones y de la historia de la pesca y la salazón en O Grove.

En cualquier caso, el museo también abre por las tardes, de 15 a 20 horas, con presencia de una guía que, igualmente, trata de despejar todas las dudas que puedan plantear los visitantes, que como se comprobó ayer son cada vez más numerosos.

Asimismo, puede apuntarse que el precio de la entrada es de 2 euros, para los adultos, y de un euro para los niños, aunque si tienen menos de diez años no pagan nada. También se establecen descuentos para grupos organizados, normalmente de más de diez miembros.

Otras posibilidades

En definitiva, que visitar el Museo de la Pesca y la Salazón de Punta Moreiras es prácticamente una obligación en esta Semana Santa.

No obstante, O Grove ofrece otras muchas posibilidades, como por ejemplo la red de esculturas o la celebración de "Grovestock", la feria de oportunidades que se lleva a cabo en la zona portuaria.

Sea como fuere, quizás la propuesta más llamativa y deseada, como siempre, sea la gastronómica, con un extensa y variada oferta que permite degustar las mejores viandas.

En este sentido, puede ser interesante explicar a los turistas que llegan a O Grove en esta Semana Santa, ya sea por primera vez o después de mucho tiempo, que recientemente reabrió sus puertas un restaurante tan emblemático como Los Hornos, situado en la isla de A Toxa, o que hace solo unos meses el gerente y chef del restaurante Culler de Pau, Javier Olleros, fue distinguido con una "estrella Michelín".

Pero son solo dos casos muy puntuales, puesto que en O Grove hay decenas de restaurantes, taperías y bares en los que saborear platos elaborados con la mejor materia prima.

Paralelamente, el visitante siempre tiene la opción -sobre todo si el tiempo acompaña- de surcar la ría en alguno de los barcos de recreo, pasear por los jardines de la isla de A Toxa y su parque forestal, recorrer los senderos de A Lanzada, Con Negro y tantos otros lugares, deleitarse con las vistas desde Siradella o acercarse al yacimiento arqueológico de Adro Vello.

Los animales

Otra de las opciones, y en este caso también puede resultar novedosa para muchos, es ver de cerca a los animales, tanto a los del acuario como a las vacas de la raza "cachena" liberadas en el entorno de Con da Hedra.

Son ocho hembras y un macho que forman parte de un proyecto de silvipastoreo puesto en marcha por la comunidad de montes de San Vicente con el que se pretende mantener limpio el territorio, contribuir a la preservación de la especie y, de paso, ofrecer un aliciente lúdico en la localidad.

Igualmente, en la isla de A Toxa, concretamente en la parcela situada justo frente al puente, residen los burros "fariñeiros" Emilia y Pardo, que a finales de esta primavera esperan el nacimiento de Bazán.

En este caso el proyecto de recuperación de la especie parte del Concello de O Grove, que por medio del departamento de Medio Ambiente mantiene a esta pareja de Equus asinus y los ha convertido igualmente en un atractivo turístico añadido.