El equipo municipal de Traballo e Benestar que dirige la concejala Elena Suárez Sarmiento, y la directiva de Afasal han cerrado ya las condiciones de uso del edificio Carús, en Trabanca Badiña, que acogerá la sede y los talleres de la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de O Salnés, así como de la agrupación de enfermos de Parkinson. Salvados ya los últimos escollos relacionados con el suministro eléctrico y la calefacción del inmueble, la concejala estima que podrá ocuparse a partir de marzo, una vez que se redacte y firme el convenio.

La vieja casa del doctor Carús, de propiedad municipal merced a un convenio urbanístico y que fue rehabilitada con cargo al primer Plan - del Gobierno en 2009, por fin tendrá utilidad cuatro años después de las costosas obras, en las que se ha invertido más de un millón de euros.

El bipartito municipal anterior, dirigido por la alcaldesa socialista Dolores García, inicialmente había previsto destinar la casa a una actividad museística, pero nunca llegó a darle un fin debido a que finalmente la actuación realizada en el inmueble tampoco se adaptaba para este propósito.

El edificio se hallaba cerrado, presentando problemas de humedad y derivados de la falta de uso, por lo que el nuevo gobierno municipal encabezado por el popular Tomás Fole, optó por buscar otras soluciones, encomendándole a la concejala Elena Suárez la misión de darle la mejor utilidad para las demandas de carácter social que existían en el municipio.

Suárez contactó con la Consellería de Traballo e Benestar solicitando la presencia de los técnicos de este departamento autonómico en el Concello para que realizaran una inspección del inmueble e informaran sobre los posibles usos admitidos, sin tener que hacer nuevas reformas en el edificio.

Una de las soluciones que se abordó fue la cesión de uso a la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, Afasal, debido a que está desarrollando una importante labor en un local de alquiler que resulta insuficiente para su trabajo. Los técnicos de Benestar dieron el visto bueno para la actividad de los talleres y el gobierno municipal comenzó a trabajar con Afasal en las condiciones de uso de las instalaciones.

Por ambas partes esperaban hacer efectivo el traslado en el último trimestre del año pasado, pero problemas de electricidad y de calefacción del edificio, fueron retrasando el proyecto. Finalmente estos escollos están salvados, los acuerdos de participación en los gastos de mantenimiento se han cerrado. Ahora solo falta plasmarlo en un convenio oficial.

Elena Suárez consultará con los técnicos municipales la próxima semana las cláusulas del nuevo convenio, que espera que se firme este mismo mes para que las asociaciones puedan ocupar el edificio a partir de marzo.

Una de las salas del edificio de Carús estará ocupada por los miembros vilagarcianos de la asociación de enfermos de Parkinson de Galicia que hasta ahora carecían de local y tenían que acudir a los talleres que tiene la asociación en la península de Morrazo.