El profesor jubilado Mario Gallego Rei sigue empeñado en sacar a la luz los momentos y los personajes más relevantes de la historia de su municipio adoptivo, Meis. En esta ocasión, el docente pontevedrés ha querido reconstruir la relación entre Meis y el escritor arousano Ramón María del Valle Inclán, que llegó a vivir en su niñez y su juventud en el conocido como pazo de Montenegro, una construcción señorial de su familia, situada en Vilanoviña (Paradela).

"Valle Inclán anda por Meis" es un pequeño libro de medio centenar de páginas, en el que Mario Gallego va tendiendo un puente entre la obra del vilanovés y el municipio. El profesor cree que Valle conoció de alguna manera Meis gracias a una criada que de niño le relataba cuentos de misterio, poblados por fantasmas, brujas y endemoniados y que se sintió atraído de tal manera por ese ambiente, que lo plasmó una y otra vez en los textos escritos entre 1895 y 1923 y que los especialistas conocen como las "obras gallegas" porque describen el paisaje de su comunidad natal.

Mario Gallego apunta que en ese periodo se inscriben piezas como "Jardín umbrío", "Aromas de leyenda" o "El embrujado", y que en ellas se puede percibir la fascinación que Valle sentía por Meis y por todo lo que este municipio eminentemente rural significaba para él: misterio, leyenda, la esencia de una vida de pazos e hidalgos "que él sabía que se estaba muriendo", en palabras de Mario Gallego. El profesor cuenta por ejemplo que Valle Inclán "era un enamorado" de la leyenda y el personaje de San Ero, un ermitaño -el fundador del monasterio de Armenteira, según la tradición, que pasó 300 años escuchando el trino de un pájaro- hasta el extremo de que lo cita en más de un pasaje -aunque nunca de manera explícita-, y de que la portada de una de las primeras ediciones de "Aromas de leyenda" es precisamente la imagen de Ero escuchando al pájaro.

Gallego Rei cuenta que la huella de Meis en la literatura de Ramón del Valle Inclán también se puede rastrear en la toponimia, puesto que aparecen a menudo referencias a Lantañón -un lugar de la parroquia de Paradela-, Santa María de Paradela o San Martiño de Meis. También cita una "iglesia de freires", que según Gallego Rei hace referencia al antiguo templo parroquial de Paradela, que se encontraría donde estaban los restos de la antigua capilla de San Gregorio y que quizás tuviesen alguna relación con el gran priorato (granja monástica) que había cerca, en Portas, y que dependía de Armenteira.