La parroquia de San Martiño de Meis celebra el domingo la fiesta de su patrón. Pero, si nada lo remedia, lo hará de la manera más austera de los últimos años, sin verbena, sin fuegos artificiales y sin alborada de gaitas. Y es que la crisis económica también se nota en las cuentas de las parroquias. El cura de San Martiño, José Luis Muñiz, explicó hace unos días a los feligreses que la fiesta se limitaría este año a la misa cantada y a la procesión. Y a algunos no les gustó, convencidos de que el patrón se merece por lo menos unos fuegos que indiquen que es un día de fiesta.

José Luis Muñiz señala que otros años se pagaban esos gastos con las ofrendas dejadas al santo por los vecinos, pero que éstas van a menos conforme avanza la sombra de la crisis. "En 2010 sacamos 500 euros de las ofrendas, que ya era mucho menos que otros años. Y en 2011 ya solo fueron 400". Algunos vecinos dicen que pagan 30 euros de cuota para la limpieza de la iglesia y el cementerio, la ornamentación floral y los gastos generales, y que podría reservarse una parte del dinero para la fiesta del patrón. Pero el sacerdote replica que "el fondo parroquial no da para mucho más que para la iglesia, el cementerio y las flores. Además hay que tener en cuenta que solo el 70 por ciento de las casas pagan la cuota".

Además, sostiene que hay gastos más urgentes a los que hacer frente. "Este año arreglamos prácticamente todos los bancos de la iglesia y la tribuna sin pedir dinero a mayores. Eso nos costó 2.000 euros y aún nos faltan por pagar 1.000. Ya los tenemos, pero no podemos decirle al carpintero que espere más porque vamos a gastar ese dinero en fuegos artificiales, porque él es un padre de familia".

José Luis Muñiz asegura que entre los dos días de fiesta -el domingo es San Martiño, y en la víspera el Carmen- se podrían llegar a gastar unos 1.000 euros entre los fuegos de las dos jornadas y otros tantos grupos de gaitas, y cree que es delicado abordar ese gasto en estos momentos. "Ya hay 56 familias en el arciprestazgo de Ribadumia que necesitan la ayuda de Cáritas para comer. Y también hay gente de San Martiño en esa situación".

Asimismo, alega que en el templo parroquial sigue habiendo necesidades. Señala que "el pináculo del campanario está a punto de caer" y que hay un retablo pendiente de restaurar. "También hay que pensar que hemos arreglado todo el tejado. Entre la Diputación y el Ayuntamiento de Meis nos dieron 6.000 euros, pero la parroquia tuvo que pagar otros 6.000, repartidos en tres años". Y recuerda que hace un tiempo se retiró un retablo estropeado y que la pared de atrás quedó en mal estado, hasta que un pequeño grupo de vecinos se ofreció a arreglarla gratis.

De todos modos, el sacerdote apunta que si hay vecinos dispuestos a pedir donativos por la parroquia y recauda el dinero necesario él asumirá la contratación con la pirotecnia y los grupos. En este sentido, algunos reprochan a Muñiz que no avisase con mayor antelación.