La asociación de familiares de enfermos de alzhéimer de O Salnés, Afasal, carece de ayudas económicas para el desarrollo de sus actividades, por lo que periódicamente sale a la calle a captar socios y vender artesanías con el fin de financiar los talleres, así como el alquiler del local ubicado en Vilagarcía. La presidenta, Ana Granja, negocia con la concejala de Benestar de Vilagarcía, Elena Suárez, la posible instalación del colectivo en el edificio municipal de Doctor Carús, en Trabanca Badiña que permanece cerrado desde su rehabilitación con cargo al primer Plan E.

Directivas y voluntarios de Afasal instalaron ayer en la céntrica Plaza de Galicia, de Vilagarcía, una carpa informativa sobre las actividades de la asociación, que incluyó la venta de artesanías para recaudar fondos.

"Carecemos de ayuda oficial, ya que desde que se fundó Afasal aún no cobramos ninguna subvención para el desarrollo de las actividades. Pero contamos con el apoyo y solidaridad de la gente, tanto en la preparación de artículos para vender y recaudar fondos, como de quienes los compran", declaró Ana Granja.

En el puesto instalado en la Plaza de Galicia se exhibían camisetas pintadas a mano por colaboradores de la asociación, así como abanicos pintados y pulseras de una diseñadora burgalesa amiga de las directivas de la asociación. También se pusieron a la venta los primeros décimos de la Lotería de Navidad con el número 09146, que es el que ha elegido Afasal para este año.

Esta entidad que recoge las inquietudes de los familiares de enfermos de alzhéimer de la comarca cuenta en la actualidad con 240 socios que con sus cuotas solidarias contribuyen a la financiación de las actividades programadas.

En los talleres terapéuticos participan un total de 12 enfermos de Vilagarcía y de otros municipios de la comarca. De momento las incorporaciones a estos talleres se van realizando cuando se produce alguna baja, debido a la limitada capacidad económica de la asociación. Los talleres se desarrollan en un local arrendado en la calle López Ballesteros, al lado de la estación de autobuses de Vilagarcía. El espacio también es limitado, por lo que, mientras la asociación continúe en estas dependencias no podrán incrementarse.

Además, Afasal cuenta con un grupo de apoyo para familiares de enfermos de Alzheimer, que también se reúne en estas instalaciones.

La concejala de Benestar del Ayuntamiento de Vilagarcía, Elena Suárez Sarmiento, conocedora del trabajo de Afasal y de su situación económica, busca alternativas para que la asociación pueda prestar sus servicios en unas instalaciones dignas y que resulten menos costosas. La propuesta de la representante del gobierno municipal vilagarciano es inicalmente la Casa de Carús, en Trabanca Badiña, que se rehabilitó con cargo a la financiación del primer Plan E por el anterior gobierno municipal y permanece cerrada sin ningún tipo de uso.

Elena Suárez solicitó a los técnicos de la Consellería de Traballo e Benestar una inspección del edificio para determinar los usos a los que podría dedicarse sin necesidad de la ejecución de nuevas obras. Existe la posibilidad de que sea ocupada por Afasal, pero aún no se ha recibido el informe técnico. Tanto la concejala como la presidenta de Afasal esperan poder avanzar en este proyecto y que se materialice antes de fin de año.

Unidad de apoyo en Ribadumia y también habría un taller

Afasal mantiene una relación de trabajo y colaboración con el Ayuntamiento de Ribadumia. Ana Granja destacó que la alcaldesa, Salomé Peña, es una persona muy concienciada con este tema y se puso en contacto con la asociación para formar un grupo de apoyo a familiares de enfermos de Alzheimer.

En la actualidad el grupo está formado con un total de 12 personas, a las que la trabajadora social de Afasal presta asesoramiento.

"El grupo de autoayuda de Ribadumia, con 12 familias está funcionando muy bien. Ahora estamos estudiando con el Ayuntamiento la posibilidad de que los enfermos puedan participar en nuestros talleres. Una de las ideas es que se trasladen a nuestras instalaciones de Vilagarcía para realizar estas actividades, aunque también se baraja la posibilidad de crear otros talleres en Ribadumia si existe cupo suficiente para implantar esta actividad en el municipio, así como ayuda económica municipal para que podamos desarrollarlos. De momento estamos en conversaciones", manifestó Ana Granja.