Los colectivos ecologistas, conservacionistas y naturalistas, los amantes de los animales en general e incluso Administraciones como Consellería de Medio Ambiente y el Concello de O Grove, están consiguiendo que el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus), también conocido como "píllara das dunas", encuentre el lugar que se merece en las playas gallegas, y en la de O Salnés particularmente. Como se hace en la zona Norte de Portugal y el Sur de Galicia por medio de la Asociación Naturalista Baixo Miño (Anabam), en localidades como O Grove y otras de Rías Baixas también es posible comprobar el importante trabajo desplegado por entidades como la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) a través de su grupo de acción en la provincia.

Los integrantes de este tipo de organizaciones se han convertido en una especie de ángeles protectores para el chorlitejo, de ahí su continua presencia en playas como la grovense, donde elaboran un estrecho seguimiento de diferentes nidadas.

Como si de una especie de diario se tratara, SEO-Pontevedra explica, por ejemplo, que el 5 de mayo localizaron en una playa de la comarca de O Salnés un nido de chorlitejo. "Inmediatamente dimos notificación del hallazgo a los vigilantes de Medio Ambiente del Complejo Ons-O Grove, y pronto, al día siguiente, balizaron la zona y colocaron el jaulón protector", explican.

Así llegaron al 28 de mayo, cuando "uno de los vigilantes del Complejo Ons-O Grove nos avisó de que había otra pareja en una playa próxima a la anterior, por lo que fuimos con ellos, balizaron la zona y le colocaron la jaula". En SEO incluso apuntan que aquella tarea "se realizó con gran rapidez y eficacia, pues eran diez operarios de Medio Ambiente, y al poco de terminar esta acción, el chorlitejo regresó al nido, con tres huevos".

El 29 de mayo constataban que todavía seguía la primera pareja empollando y explicaban que el nido tenía otros tres huevos, eclosionando el primero de ellos el 31 de mayo. Los ornitólogos se encontraban "ante el momento más delicado, pues los pollos salen de la jaula y del espacio balizado para comer, y aunque Medio Ambiente vigila la zona a menudo, la gente, a pesar de estar prohibido, sigue llevando perros a la playa".

En el blog de SEO-Pontevedra abundaban en este proceso de observación el 1 de junio, y lo hacían para indicar que "todavía seguía la pareja con un solo pollito; a los padres no los vimos incubando, pero en la playa había seis perros". Al día siguiente "el pollo andaba por la orilla con el padre; ya dejaron de incubar y en el nido solo había un huevo".

El día 5 del mes en curso "estuvimos en la playa donde estaba la primera pareja de chorlitejo patinegro con su pollito, pero no vimos ningún ejemplar".

Los observadores volvieron a la playa al día siguiente, para asegurarse, y fue entonces cuando comprobaron que "cerca de la zona balizada había dos machos que rivalizaban entre ellos y dos hembras que parecía que querían incubar, pero el pollito no estaba".

Llegados a este extremo sugieren que "desconocemos las causas por las que ha desaparecido, pero era de esperar que pasara algo así con un domingo soleado y caluroso como aquel, y después de que el viernes anterior viéramos a seis perros en la playa". En este caso, en SEO argumentan que "a algunos de sus dueños ya los habíamos avisado unos días antes, pero hicieron caso omiso, por eso parecía claro que el pollito difícilmente iba a sobrevivir, puesto que en cuanto nacen salen de la jaula y de la zona balizada para alimentarse".

Y esto sucede también, añaden, porque "no hay señales en las entradas que prohiban el acceso a la playa de perros sueltos, y donde no hay educación, ni sensibilidad, ni conocimiento, el éxito reproductivo de estas aves, es incierto". Aquel mismo día manifestaban en su blog que la pareja de la segunda playa todavía seguía incubando, y el día 12 los representantes de SEO estuvieron en la playa donde había anidado la primera pareja y comprobaron que ya habían quitado la jaula y la zona balizada. Ya no había ningún chorlitejo patinegro, pero en la otra, donde estaba la segunda pareja, "había tres pollitos correteando por la orilla; andaban muy espabilados y tenían el plumón mas blanquecino. Junto a ellos había cuatro adultos y la hembra protegida por la jaula seguía incubando, lo que indica que había dos parejas, una con tres pollos y otra todavía en el nido".

En definitiva, que el chorlitejo tiene quién le ayude. Ahora solo falta que la población se conciencie.

La amenaza que suponen los perros, o los dueños de los canes si los dejan en la playa

Algunos se empeñan en desatender las más elementales normas que dicta el sentido común, y lo que es peor, se dedican a desatender las recomendaciones que les formulan de buena fe aquellos que saben más que ellos, e incluso no les importa incumplir las leyes y protagonizar verdaderas agresiones contra el medio ambiente. Se trata de los propietarios de los perros que campan a sus anchas por zonas protegidas –que lo son no por capricho, sino por su elevado valor ecológico– y por playas, algunas con Bandera Azul, en las que está totalmente prohibida la presencia de los canes. En algunos casos los ecologistas incluso han tenido que llamar la atención a los dueños de los perros para que los quitaran de playas en las que anida el chorlitejo patinegro, pero con un total desprecio hacia los demás y el medio ambiente han permitido que sus perros siguieran corriendo por la arena, destrozando los nidos. Los canes, o mejor dicho, los dueños que les consienten esto, se han convertido en la principal amenaza para la "píllara das dunas".