El nuevo proceso de regularización de embarcaciones sigue preocupando en el seno de la Cofradía de A Illa, por eso hacen un llamamiento a que el resto de pósitos de Galicia se unan a sus reivindicaciones, ya que la normativa "supone la exclusión de cerca del 70% de la flota pesquera de bajura, de aquellas embarcaciones de menos de siete metros y con motores fueraborda".

Para los responsables del pósito isleño este nuevo reglamento es "un auténtico error" que no va a solucionar absolutamente nada.

Y es que este decreto no tiene en cuenta la especial idiosincrasia de la flota artesanal gallega que se dedica al marisqueo, y en el caso concreto de A Illa, el 80% de las embarcaciones se mantendrá al margen de la Ley, como ha ocurrido en los dos procesos de regularización que se llevaron a cabo en 2002 y en 2007.

Desde A Illa creen que es necesario poner en marcha un frente común, integrado por todas las cofradías, que presione para que se modifique esa norma y se redacte una más ajustada a las realidades de la flota gallega. Pese a que han remitido las alegaciones al Ministerio de Fomento, a la Consellería do Mar y a las Federaciones Provincial y Gallega, "nadie se ha puesto en contacto con nosotros para abordar el tema, cuando se trata de uno de los principales problemas que afecta a la flota de bajura gallega".

Uno de los principales problemas se encuentra en que la embarcación real no coincide en absoluto con lo que figura en los papeles, pero esos cambios "se han realizado en aras de la seguridad y la navegabilidad, no para mejorar el rendimiento pesquero, pero como no se autorizaban, la gente ha tenido que hacerlo a espaldas de la legislación". Los sucesivos procesos de regularización que se han abierto nunca han solventado nada y el que se quiere abrir ahora "tampoco lo va a hacer, porque desde 2002, el primer año en el que se realizó una regularización de embarcaciones, solo se construyeron tres embarcaciones en A Illa de 1,5GT´s, cifra que no alcanza ni el 1% de la totalidad de barcos dedicados al marisqueo que hay en este muelle".

Pero que exista una situación así obedece a que "se ha legislado sin tener en cuenta a los legislados, algo totalmente inaudito", explicaban ayer desde el pósito isleño. En esto culpan tanto al Ministerio, que se limita a acatar las normativas europeas sin tener en cuenta las diferentes realidades de las flotas, y a la Consellería, que "se limita a traducir al gallego las leyes que vienen desde Madrid".

En las alegaciones presentadas por el pósito y a las que todavía no se ha unido ninguna otra cofradía ya se reclamaba la derogación de ese decreto y la redacción de uno que sea "más benevolente" con los intereses de los afectados. "En A Illa no estamos dispuestos a aceptar más tomaduras de pelo y no descartamos acudir a algún tipo de movilización" porque este decreto sigue sin solventar las trabas que se ponen a la construcción de nuevas embarcaciones, lo que mantendrá los desfases que existen entre los documentos de los barcos y su realidad.

Quienes han cambiado los materiales o el motor de sus barcos para mejorar en seguridad, lo han tenido que hacer a espaldas de la Administración e ignorando las normas existentes y, en cada proceso de regularización "se ven obligados a autodenunciarse para buscar una solución que nunca acaba llegando, ya que estos procesos se acaban cerrando siempre en falso".