El campo de golf que la firma Arosa Golf Gestión planea poner en funcionamiento en verano en el Pazo de Rubiáns roza ya los cuatrocientos asociados. A pesar de que uno de los herederos del difunto propietario de la parcela amenazó recientemente con recurrir a la vía judicial si continuaba impulsándose un proyecto con el que no está de acuerdo, por el momento no hay constancia de actuaciones en ese sentido, y los trabajos avanzan al ritmo previsto.

Los trabajos de preparación del terreno previos a las obras se ultiman estos días en la parcela que ocupará la infraestructura deportiva. Allí se impulsan tareas de desbroce y limpieza, que están a punto de terminar.

Los promotores del proyecto todavía no han recibido todas las licencias necesarias para iniciar las tareas de construcción. Sin embargo, las previsiones pasan porque esos permisos lleguen pronto para poner en marcha una obra que, se espera, esté lista para el verano.

Ayer representantes de la firma Arosa Golf Gestión mantuvieron una reunión para evaluar el estado del proyecto. "Por el momento todo va según lo previsto, y se están cumpliendo los plazos que barajábamos en un principio". Lo confirma Tomás Sáenz, portavoz de la firma.

Desde el verano el número de socios del campo de golf de Rubiáns no ha subido demasiado. En el mes de agosto la cifra superaba por poco los 300, y en estos momentos se sitúa en los 392. A pesar de ese estancamiento, la cantidad es vista como una garantía de éxito por los promotores del proyecto. "Consideramos que se trata de un número importante, sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de un campo que todavía no se ha construido", explica Sáenz.

Las previsiones iniciales de Arosa Golf Gestión pasaban por alcanzar un máximo de 600 socios. Y el hecho de haber superado ya el 50% de esa cifra insufla ánimos.

Gonzalo Ozores Rey, hijo del fallecido marqués de Aranda, se opone a un proyecto que cuenta con el visto bueno de su madre y usufructuaria de los bienes familiares. El heredero se ha personado en los expedientes administrativos que siguen los ayuntamientos de Vilagarcía y Caldas, y a finales de noviembre anunció que iniciará acciones judiciales "para impedir que se implante cualquier actividad recreativa o deportiva distinta del actual uso rústico" que tiene la parcela. Sin embargo, Arosa Golf Gestión asegura que por el momento no ha recibido ninguna notificación en ese sentido, y garantiza la continuidad del proyecto.

El campo de golf de Rubiáns cuenta con el respaldo de los alcaldes de Vilagarcía y Caldas, que ven en él importantes oportunidades turísticas. Se trata de una extensión de dieciocho hoyos de la modalidad "pitch and putt", que implica además la puesta en marcha de un centro de alto rendimiento y de una escuela de golf.

La infraestructura que se espera empezar a construir en un breve plazo incluye una cancha de entrenamiento y una zona para descanso y cafetería. El campo se emplaza en los terrenos forestales que rodean al Pazo de Rubiáns. A pesar de eso, su usufructuaria, Paloma Rey-Fernández Latorre, asegura que no se talará ningún árbol.