Hoy comienza una polémica campaña de extracción de mejilla en el litoral gallego, pues los bateeiros inician la actividad –aunque poco a poco, porque tienen de plazo hasta primavera– sin contar con las garantías tantas veces demandadas a la Xunta y prometidas por la Consellería do Mar.

La campaña de recolección constituye una acción fundamental que llevan a cabo los mejilloneros gallegos y que consiste en recoger de la rocas del litoral alrededor de once millones de kilos de semilla de molusco.

Esa cría de mejillón, apenas del tamaño de una uña, es la que se coloca en las cuerdas o colectores de las bateas –junto a la semilla que se fija a ellas de manera natural– para que crezca hasta alcanzar el tamaño comercial. Es decir, se trata de recoger ahora el germen de lo que será el mejillón gallego, el de verdad, dentro de aproximadamente año y medio, dependiendo de la zona de fondeo de la batea.

"Indefensión"

Lo que sucede es que los mejilloneros inician la actividad con la "indefensión" de otras ocasiones anteriores. En muchos casos la mejilla comparte las mismas rocas que el percebe, y cuando los bateeiros tratan de recoger esa semilla –por ley son ellos los únicos autorizados para hacerlo– suelen toparse la oposición de algunos percebeiros que dicen que las operaciones de recolección dañan sus productos, especialmente en zonas litorales de Baiona y la Costa da Morte.

Esto genera enfrentamientos, y con algunas cofradías incluso provoca fuertes diputas, ya que hay pósitos que tratan de sacar ellos mismos la mejilla para después venderla a los bateeiros.

Pero estos se oponen, por eso confiaban en aquel mapa cartográfico que elaboró la Consellería do Mar para identificar las poblaciones de mejilla y percebe, delimitarlas y, a la postre, establecer o acotar las zonas "seguras" de actuación de unos y otros. "Pero no se hizo absolutamente nada", lamentan los productores, de ahí que teman que se repitan los enfrentamientos.

Añaden que "tampoco se permitió abrir la campaña de la mejilla todo el año, y ni siquiera se nos permitió adelantarla una semana para aprovechar los últimos episodios de bajamar". En definitiva, que algunos bateeiros creen que "estamos más desamparados que nunca y cada vez nos hacen menos caso en Santiago".

Incluso algunos de los dirigentes del sector hasta ahora más afines a la Consellería do Mar señalaban ayer que "la situación generada con el inicio de la campaña de la mejilla solo puede definirse como un descontrol, y lo mismo pasa con otros proyectos o propuestas". Añaden que "habían planteado darnos carnés para identificarnos como recolectores de mejilla y propusieron otras muchas acciones junto con la elaboración del mapa cartográfico de mejilla y percebe –del que informó FARO en su momento–, pero ahora se abre la campaña y vemos que no hicieron absolutamente nada de lo prometido".