El Día de Difuntos en A Illa tiene un significado especial para los niños de la localidad. Se trata de una jornada en la que todos ellos madrugan pero no para acudir a clase, sino para recorrer, desde primera hora de la mañana, todas las puertas en busca de una golosina especial o de una dádiva monetaria.

El día de ayer no fue una excepción, y eso que la lluvia y el viento hicieron su aparición desde el primer momento, llegando a motivar la suspensión del desfile de Samaín nocturno. Pero no pudieron con la ilusión de los más pequeños.

Domicilios particulares, tiendas y bares ya habían recopilado material suficiente para la avalancha que se les venía encima, y esta no defraudó. En grupos o acompañados de sus padres (los más pequeños) lograron su objetivo: el de conseguir las preciadas golosinas con la frase "Unha esmoliña polos defuntiños que van alá". Luego, lo más habitual es que reciten un Padre Nuestro o alguna oración para convencer a las personas de que son merecedores del premio, antes de dirigirse a la siguiente puerta para repetir la misma escena con idéntico resultado.

Especial protagonismo tienen en este día las panaderías del municipio. En todas ellas, desde tiempos inmemoriales, se elabora un pan con formas especiales para esta jornada que acaba en las manos de todos los niños que participan en el Día de Pedir.

A la fiesta también se sumó la Banda de la Escola de Música de A Illa, que escogió esta jornada tan especial en el municipio para realizar su primera salida pública del auditorio. Los músicos, que llevan ya tres años formándose, recorrieron gran parte del municipio mostrando todo su repertorio y los avances que han tenido durante todo este tiempo de formación. La media de edad de la banda de música es muy joven, ya que la mayoría de ellos apenas supera la década de vida.

El cementerio también tuvo ayer su dosis de protagonismo. Como en la jornada anterior, cientos de personas se acercaron hasta el camposanto en horario nocturno para honrar a sus familiares y seres queridos. En esa visita colaboró el Concello de A Illa que puso una docena de potentes luminarias para facilitar luz al camposanto. Además, casi todos los panteones lucían espectaculares adornos en los que se mezclaban los centros florales con las luces de mariposas de aceite y velas.

Todas estas tradiciones tan arraigadas en A Illa parecen tener el mismo origen y estar vinculadas con la celebración del Samaín, aunque en A Illa están tan consolidadas que nadie recuerda su procedencia.

Aunque la lluvia no impidió que los niños pudiesen salir por la mañana para cumplir con la tradición del Día de Pedir, la responsable de la biblioteca de A Illa, Ángela Otero, decidió suspender otro evento que se está convirtiendo en una tradición: el desfile de Samaín que da un toque tétrico a las principales calles del municipio. En principio, todavía no se ha fijado una fecha para su celebración, aunque todo apunta a que el desfile tendrá lugar el próximo viernes con los mismos horarios, es decir, con salida a las 18 horas de las inmediaciones de la biblioteca isleña.