Los contenedores de aceite, de latas, de botellas, de redes están a rebosar en los pequeños puertos pues desde hace meses nadie se hace cargo de retirar los depósitos que se sitúan en lo más presentado del muelle.

Los recipientes de plástico, las jaulas para depositar redes y otros materiales procedentes de la actividad marítima, los bidones para la recogida de aceites y otros productos de elevada contaminación se encuentran tan llenos que producen, a simple vista, rechazo.

En Carril, el pasado fin de semana, los contenedores ni siquiera eran capaces de esconder los residuos. Sus tapas abiertas revelan los productos que en su día trataban de esconder y que en estos momentos sobresalen impúdicamente.

Pero ese descuido de las administraciones provoca también desinterés de los ciudadanos. Por ello, aquellos recipientes específicos para restos de la actividad marinera, también recogen otros residuos domésticos, como latas, botellas, ropa vieja, papeles y periódicos, a la vez que algún resto orgánico que ya es imposible de separar.

Las Administraciones han dejado de dar ejemplo en este tipo de comportamientos, ni siquiera ha habido posibilidad de llegar a un acuerdo entre ellas, para que sean los servicios municipales los que se encarguen de mantener limpia la ciudad.

El problema no es solo de Vilagarcía de Arousa, y mucho menos se constriñe a Carril. Pasa lo mismo en Vilaxoán, en A Illa, en Vilanova, en Cambados.

Los contenedores portuarios han dejado de ser una prioridad para la Xunta y el Ayuntamiento, que realmente son los competentes, cada una en su grado.

Los vecinos ya han expresado su malestar por el hecho de que se consientan este tipo de vertederos incontrolados, que no solo contaminan sino que afean el lugar en el que quedaron anclados para siempre, pues los responsables de mantener las instalaciones prefieren cerrar los ojos y hacer oídos sordos a cualquier reclamación.

Los vecinos de Carril quieren que el alcalde Tomás Fole tome cartas en el asunto y le recuerdan que recientemente ha nombrado a su brazo derecho, Marta Rodríguez, como concejala de Relacións Institucionais con el fin precisamente de favorecer la coordinación entre administraciones.

Por eso creen que la edil tiene muchas posibilidades de hablar con Álvarez Campana, presidente de Portos de Galicia, para reactivar este servicio de separación de residuos procedentes de la actividad marinera, especialmente ligados a la pesca y al marisqueo en la zona.

Los afectados han señalado su deseo de que se mantenga este tipo de puntos limpios en las radas gallegas, pero exigen que se les preste la debida atención y se recojan los restos de forma periódica. La situación es especialmente importante en verano cuando son numerosos los turistas que disfrutan del litoral arousano y tropiezan con esta primera mala imagen.

Esto ocurre a menudo pues en todos los puertos se repite la situación. En estos momentos, los bidones para la recogida de aceites y otros fluidos están totalmente llenos y los marineros tampoco pueden hacer uso de estos servicios a sus embarcaciones.

De ahí que los daños colaterales sean muchos, aunque los vecinos entienden que el principal problema es la mayor contaminación que provocan, no solo en materia medioambiental sino también visual.

Cabe señalar las numerosas campañas de concienciación que en los últimos años mantienen las distintas administraciones en las que se pide colaboración a los ciudadanos.

El problema es que va a ser muy difícil que se atiendan a todos estos requerimientos cuando es la Administración la primera que abandona sus obligaciones. Los vecinos les exigen que den ejemplo y actúen de una forma inmediata, antes de que finalice el verano.