Antonio Carballa Magdalena, considerado por el SVA como el cerebro de la organización de blanqueo desarticulada ayer, tendrá que abonar una fianza de 30.000 euros antes del viernes para poder esquivar la prisión. El vecino de Sanxenxo, que estuvo vinculado con el alijo de 2,5 toneladas de cocaína del buque Archangelos, apresado en 1995, declaró ayer en el juzgado de instrucción número 2 de Cambados por su vinculación a una red de blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico en la que estarían implicadas otras cinco personas gallegas, la mayor parte integrantes de su familia, dos residentes en Toledo y una en Madrid.

Junto a Carballa, pasaron por las dependencias judiciales a declarar su esposa María Luisa González, una de sus hijas, B.C.G. y su yerno D.D.J., que quedó en libertad. Además también están imputados los hermanos vilanoveses Prado Padín, el promotor inmobiliario de Sanxenxo M.A.R.R., y A.F.J. Todos ellos quedaron en libertad con cargos tras su paso por el despacho de Juan Carlos Carballal, el juez del juzgado número 2 de Cambados. Una novena persona, una joven, solo habría acudido como testigo ante el juez.

Ocho de los nueve detenidos e imputados pasaron ayer por las dependencias judiciales, aunque el promotor inmobiliario de Sanxenxo lo hizo el día anterior, al parecer no tenía sociedades con los otros implicados pero si habría tenido alguna colaboración profesional con los hermanos Prado Padín, quedando en libertad con cargos ese mismo día.

Dos meses

Bautizada por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) como "Operación Patas", agentes adscritos a las unidades operativas de Galicia comenzaron una investigación hace dos meses al detectar un espectacular incremento de patrimonio en el entorno de Antonio Carballa que no estaba justificado, algo que llamó la atención de la Agencia Tributaria.

A raíz de esto se comenzó a investigar para tratar de determinar la procedencia de esos fondos, hasta que se acumularon suficientes indicios de que el dinero podría proceder, presuntamente, del blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico.

Los agentes del SVA, en coordinación con la Fiscalía Antidroga y el juzgado de Cambados, desataron una operación en la que se practicaron dos registros domiciliarios en Sanxenxo y Vilagarcía, se han intervenido seis solares ubicados en Sanxenxo, Cambados y Toledo y varios vehículos, siendo su valoración muy próxima a los 1,8 millones de euros.

Además, también se han bloqueado numerosas cuentas bancarias con grandes cantidades de dinero. A ello hay que sumar que los investigadores del SVA han puesto al descubierto presuntas operaciones de blanqueo de dinero materializadas por Antonio Carballa mediante préstamos a terceros que ascenderían a unos tres millones de euros.

Trama empresarial

El golpe a la red que encabezaba el histórico narcotraficante ha sido todavía más duro, ya que las investigaciones realizadas por el SVA han golpeado directamente el entramado empresarial a través del que, presuntamente, se ocultaban las operaciones de blanqueo. Los agentes descubrieron la existencia de dos empresas dedicadas a la comercialización de hidrocarburos y a la construcción y promoción inmobiliaria, a través de las cuales se efectuarían operaciones de blanqueo de capitales sirviendo como firmas pantalla para esta actividad.

A través de estas empresas, una de ellas la anterior gestora de la gasolinera de Godos, que también perteneció al abogado Pablo Vioque, se hacían efectivas estas operaciones, aprovechando que generan un importante flujo de capital en efectivo y en las que resulta relativamente fácil enmascarar y ocultar la presunta procedencia delictiva de algunos de sus fondos. De hecho, este tipo de empresas son de las más utilizadas a la hora de limpiar los fondos que genera el tráfico ilícito de estupefacientes.

Investigación abierta

Aunque se considera que la red de blanqueo ha sido desarticulada prácticamente por completo, desde el Servicio de Vigilancia Aduanera se continúa con la investigación, por lo que no se descarta que se registren nuevas detenciones en los próximo días. La "Operación Patas" es calificada en el seno del propio Servicio de Vigilancia Aduanera como "rápida y sencilla" por la cantidad de indicios con los que contaban cuando iniciaron la investigación pero es indicativa del trabajo que están realizando de cara a golpear a las redes ilegales en el lugar en el que más les duele, el dinero.