Un vecino de Bouza de Cea (Vilagarcía) salvó ayer la vida al ver a tiempo que le venía encima un pino que estaba talando. Al ver como el árbol se caía hacia él, el hombre logró esquivar el impacto tirándose por un terraplén. Gracias a sus reflejos, solo sufrió un corte relativamente profundo en una oreja y magulladuras por todo el cuerpo.

Los hechos ocurrieron sobre las dos de la tarde de ayer, en un apartado paraje forestal conocido como Fonte da Foz, que se encuentra en el lugar de Abelle, en la parroquia vilagarciana de Rubiáns. El hombre, que responde a las iniciales de A.P.S., y que tiene cerca de 40 años, se había desplazado hasta allí con un amigo para cortar algo de madera. Hacia las dos estaban talando un pino, cuando por razones que se desconocen el árbol cedió hacia la posición donde se encontraba A.P.S. Al verlo, éste reaccionó lanzándose por un desnivel existente allí mismo, y de ese modo consiguió evitar el impacto del tronco.

Entre tanto, y al temerse lo peor, su compañero avisó al servicio de emergencias del 112 Galicia, alertando de la presencia de un hombre atrapado bajo un árbol. Desde ese servicio se avisó entonces al Servicio Municipal de Emergencias de Vilagarcía y a la Policía Nacional, al tiempo que se movilizaba uno de los helicópteros del 112 con base en Santiago.

Un allegado del herido cuenta que a los servicios de emergencias les costó algo encontrar la estrecha pista que conducía a Fonte da Foz, pues para llegar a ella había que orientarse a través de una intrincada red de viales secundarios y cruces.

Finalmente, el Servicio Municipal de Emergencias y la Policía Nacional llegaron prácticamente al mismo tiempo, y consiguieron llegar hasta el herido, que estaba consciente y orientado. Poco después aterrizaba también el helicóptero del 112, pero los equipos de rescate entendieron que la situación de A.P.S. no revestía tanta gravedad, y se decidió trasladarle por carretera al Hospital do Salnés.

El operativo se dio por concluido poco antes de las tres de la tarde, momento en el que abandonaron la zona la patrulla de la Policía Nacional y el todoterreno de Emergencias. En la zona de Rubiáns se había generado una gran expectación –reflejada en las personas que se veían fuera de sus casas– debido al aterrizaje del helicóptero.