De regreso a la normalidad tras un día de euforia

La lotería "no nos ha sacado de pobres" y ayer tocó trabajar en Vilanova, Ribadumia y Vilagarcía con 5.000 euros en el bolsillo

Loli Ríos ayer en la cocina del Gachipe de Vilagarcía.  // Iñaki Abella

Loli Ríos ayer en la cocina del Gachipe de Vilagarcía. // Iñaki Abella

A. G. - O Salnés

La euforia cesó y todo volvió a la normalidad. Los dos bares y la administración de lotería que repartieron un reguero de millones por la comarca de O Salnés vivieron ayer una jornada que en poco se diferencia de las anteriores al 22 de diciembre de 2010. Atrás quedaron las celebraciones y la fiesta ya que el premio, aunque ilusionante, no da para mucho más allá de algún capricho o de liquidar alguna deuda, y sobre todo, para pasar unas mejores fiestas en plena crisis económica.

Ana Núñez, una de las copropietarias de la cafetería Gachipe de Vilagarcía lo resumía con esta frase: "esta claro que no iba a sacarnos de trabajar y aquí estamos, como cualquier otro día". La joven no esconde su alegría, no sólo por el dinero que en forma de suerte le ha caído a ella y a su compañera, Loli Ríos, sino porque el premio "está muy repartido en un barrio obrero como es Os Duráns y entre mucha gente que no lo está pasando bien económicamente por las hipotecas y por encontrarse en paro". De la celebración ya no queda ningún rastro, aunque la desaparición de la euforia no les olvida que este año van a poder tener unas buenas vacaciones, aunque Ríos puntualiza que "serán para más adelante". Lo que si han notado es la afluencia de mucha gente para comprar el mismo número, al que están afiliadas, de cara al sorteo del Niño que se celebra el próximo día 6 de enero.

Una decena de kilómetros más al sur, en la misma comarca de Arousa, se encuentra el bar Charanga, que al igual que el Gachipe, tenía sus puertas abiertas y trabajaba como una jornada más. La única pegada que se podía apreciar en el bar de la jornada anterior, además de la fotocopia del número premiado, era la voz ronca de su propietario, Juan Morgade. "Hoy fue un día normal, con 5.000 euros más en el bolsillo y más contento de lo habitual, pero toca trabajar que esto no nos ha sacado de pobres", comenta entre risas de algunos vecinos, premiados o no, que están en el bar. Morgade repartió cerca de 250 décimos de la lotería, aproximadamente 1,2 millones de euros, "que se han quedado en los alrededores". Morgade reconocía ayer que el número que finalmente le trajo la suerte no era en principio para el bar, "iba para una comisión de fiestas, pero como al final no lo quisieron acabó aquí, una verdadera casualidad. Al igual que en el Gachipe, mucha gente se está acercando a las inmediaciones de la PO-549 a adquirir un décimo para la Lotería del Niño, aunque "pensar que puede volver a tocar aquí en premio otra vez es bastante difícil, por no decir imposible".

Otro lugar en el que se celebra la suerte es la Administración de Lotería Número 1 de Ribadumia. Su propietario Xesús Alonso ya terminó los cálculos del premio. A su administración llegaron 780 décimos del 75.869, de los que se vendieron 660. "Eso significa que se han repartido por toda la comarca 3,3 millones de euros aproximadamente", señalaba ayer. A las puertas de otro gran sorteo, el del Niño, el propietario de la administración de lotería destaca que ha notado "un incremento de las ventas, parece que la gente confía en que pueda volver a repetirse; ojalá sea así, porque así hacemos la fiesta completa.

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