Premio para tapar agujeros

No todos los días el azar regala 5.000 euros o más, dependiendo del número de décimos que cada uno guarde en el bolsillo, por eso en dos puntos de la comarca la celebración era por todo lo alto. El alcohol, en forma de burbujas de champán o de "cubata" directamente, corrió por gran parte de los gaznates premiados.

Pero esa euforia no impidió que muchos ya estén pensando en qué van a gastar el dinero. La cantidad es relativamente pequeña por lo que no va a servir para hacer grandes inversiones, pero si para pasar unas mejores fiestas y para permitirse algún capricho. Ese fue el primer pensamiento de la camarera del bar Charanga de Vilanova, Sonia Álvarez, a la que sus jefes le regalaron un décimo del número premiado, que estas navidades "en la mesa no va a haber gambas, sino camarones para celebrarlo por todo lo alto, lo que sobre, se irá para ir tapando los agujeros que hay por ahí".

Juan Morgade, el jefe de Sonia, pensaba también en las personas que habían adquirido el décimo en su bar, "son todo trabajadores, muchos de ellos en paro, por lo que el premio les va a permitir acabar el año con un buen sabor de boca y tener algo de optimismo de cara al futuro".

José Manuel Chayán también lo tenía claro ayer: "vai tapar os buratos que hai por aí, ainda que non dea para moito máis".

Ese pensamiento también lo tienen muchos de los premiados, caso de Diego y Ángel, dos vecinos del barrio de Os Duráns que estaban en el bar Gachipe. Los dos se encuentran en paro y la situación económica por la que atraviesan no es precisamente la mejor, por eso estos 5.000 euros les van a permitir "pasar unas buenas fiestas y unos buenos Reyes para los pequeños". En ese barrio hay edificios en los que la suerte ha dejado varios miles de euros, como el caso de tres vecinas de un mismo inmueble que acostumbran a sacar juntas a sus perros y que decidieron comprar un décimo en el bar Gachipe.

Tampoco faltan los que se van a pegar una alegría en forma de vacaciones por todo lo alto.