Salomé Peña justifica el derribo de la Casa do Médico en su estado ruinoso

La alcaldesa de Ribadumia alega que la rehabilitación del edificio sería "muy costosa"

a.martínez - Ribadumia

La alcaldesa de Ribadumia, Salomé Peña, justifica el derribo de la conocida como Casa do Médico alegando que se encontraba en estado ruinoso, y que su rehabilitación “sería muy costosa”. El Bloque Nacionalista Galego de Ribadumia criticó anteayer la demolición del inmueble, que se encontraba pegado a la casa consistorial.

Se trata de un edificio que estaba situado en pleno casco urbano de Barrantes, y que se construyó en 1956 gracias a una donación de Julia Becerra Malvar -condesa que fue propietaria del pazo de Barrantes-, y donde atendía a los vecinos el médico del pueblo. En 1987 se construyó el centro de salud en otro emplazamiento, y la Casa do Médico cayó en desuso.

Años después fue sede durante algún tiempo de la agrupación local de Protección Civil, pero al final el inmueble volvió a quedar cerrado. El Bloque de Ribadumia propuso siempre rehabilitar el edificio para que pudiese albergar usos públicos, llegando a sugerir que el Concello aprovechase los fondos del Plan E para su remodelación.

No obstante, y para sorpresa de muchos vecinos, el ayuntamiento acometió a finales de la pasada semana el derribo del inmueble. Salomé Peña alega que la rehabilitación sería económicamente muy costosa, y que además había divisiones internas que no se podrían cambiar, lo que según ella sería un contratiempo a la hora de buscarle una utilidad. Asimismo, explicó ayer que el Concello no pierde la edificabilidad, y que en el próximo plan municipal de urbanismo (PXOM) ya se contemplará otra parcela donde el Concello pueda construir un edificio de uso público con las dimensiones de la ya desaparecida Casa do Médico. Con la demolición del inmueble se crea ahora un nuevo vial, que comunica directamente la calle principal de Barrantes con la gran plaza situada detrás del Concello, y de la que parte una senda fluvial por el río Umia.

Caseta de Telefónica

El concejal del BNG, Luciano Martínez, avanza que en el próximo pleno pedirá explicaciones de por qué se tiró la Casa do Médico, quién tomó la decisión, y por qué no se consultó antes con la corporación municipal. En su opinión, se ha desmantelado un bien patrimonial -tanto material como sentimental- de todos los vecinos, y cree que se podría haber abierto igualmente la calle negociando con Telefónica el traslado de la caseta de centralita que está al lado del ayuntamiento. Sobre esto, Salomé Peña admite que la caseta afea el entorno -de hecho, quiere disimularla visualmente de algún modo-, pero manifiesta que su traslado es inviable, porque Telefónica pide 300.000 euros y una parcela a cambio.

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