El comienzo de una nueva campaña

Una mañana para lo que antes llevaba una hora

Un barco tuvo que ser remolcado hasta San Tomé por una avería

a.m. - Cambados

A las nueve de la mañana había algo más de agitación en el puerto de Tragove que un lunes normal. La flota se disponía a comenzar la campaña de la vieira, y aunque la de este año parece estar un tanto deslucida por la escasez de marisco, la vieira siempre es un recurso que llama la atención. Por ello, algunas personas acudieron hasta el muelle para ver salir los barcos.

La mayoría de la flota se dirigió en primer lugar hacia San Tomé, faenando en grupos en el entorno del islote de San Sadurniño. Tras los primeros lances, y al ver lo que traían las redes de los aparejos, ya se vieron las primeras caras de contrariedad. Y es que mientras algunos tuvieron fortuna, e hicieron los topes de 40 kilos por persona en poco tiempo, a otros les costó la mañana. Algunos marineros recordaban que "otros años en una hora hacíamos el tope".

La jornada se saldó sin incidencias de consideración, si bien una embarcación de la cofradía tuvo que remolcar hasta el muelle de San Tomé un barco, que sufrió una inoportuna avería mecánica cuando estaba en plena faena. La mayoría de las embarcaciones se hicieron al mar con tres tripulantes, aunque también los había con dos. El trabajo consiste, básicamente, en el lance de un aparejo de arrastre, con el que "rastrilla" una zona de varios metros del fondo marino. Una vez levantadas las redes, se descartan las especies acompañantes y la vieira que no alcanza la talla de 11,5 centímetros, que es el límite estipulado por los marineros de Cambados, a pesar de que legalmente se les permitiría extraerla a partir de 10 centímetros. Contemplado el tope vuelven a puerto, y descargan el marisco en la lonja de Tragove, donde se centraliza y se envía a depurar en Veiro.

Tracking Pixel Contents