El Poder Judicial plantea la concentración y anular los partidos de Cambados y Vilagarcía

El Poder Judicial estudia una amplia modificación de la Ley de Planta tendente a crear una única circunscripción judicial que podría resquebrajar la actual configuración al unir Cambados y Vilagarcía de Arousa para crear un único partido en O Salnés. Con ello, aparte de ordenar mejor los recursos existentes se pondría término a guerras aldeanas, casi siempre estériles, sobre privilegios de una sobre otra ciudad.

Una de las propuestas más firmes que ya están sobre la mesa es la creación de un único edificio que albergue 8 o 10 juzgados en un municipio equidistante de la comarca, de modo que podrían ser excluidos tanto Vilagarcía como Cambados con lo que se pondría fin a la absurda carrera de algunos alcaldes por defender un mayor número de juzgados para su localidad en detrimento de la otra.

El criterio que prima en este nuevo estudio de reorganización de la planta judicial es eminentemente técnico y da carpetazo al supuesto prestigio que imprime a los ayuntamientos el contar con una sede judicial que tiene más salas que el pueblo de al lado.

Esta fórmula integradora ya se aplica en los últimos años por la Fiscalía de Pontevedra que en su organización determinó la creación de la denominada Sección Territorial de Cambados que aglutina los siete juzgados existentes, los cuatro de la villa del albariño y los tres que en estos momentos hay en Vilagarcía de Arousa, ciudad que ya consiguió el compromiso del cuarto.

La redistribución tendrá por tanto la repercusión técnica que lleva años rondando a los responsables de la Administración judicial, y que en estos momentos debe redondear el vocal del Consejo General y ex presidente de la Audiencia de Pontevedra, Manuel Almenar Belenguer.

En opinión del fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, lo importante es crear una oficina judicial operativa, algo que se consigue más con la concentración que con la dispersión actual pues así se favorece un mejor reparto de los recursos tanto de costes generales como, en particular, respecto de la plantilla orgánica.

El criterio se adecua a los tiempos presentes en los que ya no cobra el mismo sentido la filosofía de acercar la justicia al ciudadano en términos de matices geográficos. Las vías de comunicación y los medios de transporte actuales en absoluto tienen nada que ver con los de hace cincuenta años, por lo que en todo caso queda inalterado el principio de proximidad al ciudadano que ya se manejaba hasta ahora. De hecho, la creación de un edificio judicial único en Vilanova, por poner un ejemplo, no supondría mayor trastorno de locomoción ni al justiciable y mucho menos a los profesionales, llámense abogados, procuradores y tampoco a los funcionarios que integran las respectivas plantillas.

Pero a la vez se ganaría en criterio jurídico al unificar todos los juzgados comarcales, se ahorrarían costes de mantenimiento de dos sedes distintas, además de en personal, por lo que redundaría en un beneficio general, al abaratarse la Justicia.

A ello hay que sumar la tesis de que la creación de una nueva sede judicial en lugar distinto a Cambados o Vilagarcía de Arousa tampoco conllevaría un desequilibrio económico para ninguno de los dos municipios ahora beneficiados, según se ha constatado.

La existencia de juzgados genera a su alrededor una mínima actividad económica, caso de alguna cafetería o un kiosco de fotocopias, exponen algunos profesionales consultados.

En estos momentos, la única razón que puede esgrimirse para la bicefalia judicial en O Salnés es la eminentemente localista, la del supuesto prestigio que imprime el hecho de contar con un llamativo edificio judicial.

Pero la realidad social es muy diferente. Sólo un 0,003 %, de los ciudadanos, sin contar con los funcionarios, acude más de tres veces en su vida a los juzgados, explica Aladro: "Al nacer, al morir y, algunos cuando se casan", explica con todo el acierto, aunque las estadísticas por si solas aparenten mucho más voluminosas.