El alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, ha convocado una reunión de portavoces para el próximo martes en la que se va a debatir la oferta que el Concello va a presentar a la Agencia Tributaria con el objetivo de convertir en patrimonio municipal el pazo de Vista Real. Sobre la mesa van a estar dos tasaciones independientes realizadas por dos entidades bancarias, que van a servir de base para que el Concello presente su oferta sobre el caserón. La elegida será con la que el Concello cierre un préstamo crediticio para poder hacer frente a la compra mientras no se concreta la construcción del área comercial de San Miguel de Deiro y la aportación económica que pueden realizar otras administraciones públicas.

La cifra que van a poner encima de la mesa no se va a dar a conocer, ya que el Concello tiene el temor de que algún posible rival en la puja pueda aprovecharse para ofrecer una cifra mucho más ventajosa para la Agencia Tributaria. De todas formas, las posibilidades de que algún particular o empresa puedan concurrir a la subasta del próximo 9 de diciembre son más bien escasas. No en vano, la situación legal del pazo no es precisamente la más adecuada al pender sobre el mismo un expediente de restitución de la legalidad, pendiente de resolver desde la intervención judicial a los bienes de la familia Charlín.

De todas formas, en el caso de que todavía algún particular pueda presentar una oferta en condiciones más ventajosas, el Concello se ha guardado un as en la manga con el pleno celebrado este mismo mes. En esa sesión se aprobó, además de facultar al regidor para presentarse a la subasta del 9 de diciembre, la posibilidad de que el Concello proceda a la expropiación del pazo y de los terrenos que fueron intervenidos a la familia Charlín. Además, también se firmó una declaración de intenciones para catalogar el suelo que ocupa el pazo de Vista Real como de uso público exclusivamente.

Desde que la Agencia Tributaria anunció su intención de subastar una serie de bienes de la familia Charlín, el Concello no ocultó su intención de hacerse con el pazo de Vista Real para convertirlo en un centro de día. Sin embargo, la administración municipal no acudió a la primera puja, celebrada el pasado día 5, ya que la tasación de dos millones de euros realizada por la Agencia Tributaria podía poner en peligro la estabilidad presupuestaria del Concello. La ausencia salió bien, ya que ningún comprador se presentó a la primera subasta, ni a la segunda, que se celebró inmediatamente después con un precio de poco más de 1,5 millones de euros.

La adquisición de Vista Real ha puesto de acuerdo a todos los grupos políticos del municipio, que apoyan, con sus diferentes matices en el desarrollo del proyecto, la necesidad de que el caserón y la finca sean de titularidad pública. De hecho, el Partido Socialista llegó a presentar una moción en pleno instando al Concello a adquirir el caserón, moción que se debatió después de la primera junta de portavoces sobre el tema y que todos los grupos apoyaron. La primera medida, si se adquiere el pazo, será restituir la legalidad y devolver a la edificación sus características arquitectónicas.