La Consellería do Mar ha desplegado algunas acciones que van a tener continuidad en próximas semanas para potenciar el servicio de Gardacostas en las bases operativas de Vilaxoán (Vilagarcía) y Ribeira, es decir, en los dos puntos clave para la lucha contra el furtivismo dentro de la ría de Arousa.

Las principales actuaciones se dirigen a la unidad operativa vilaxoanesa, donde en los últimos años se registraron diversos problemas organizativos que mermaban la capacidad de respuesta de los funcionarios, motivo por el cual se intenta reconducir la situación para que puedan estar en la mar y realizar su labor más agentes, pero sobre todo más embarcaciones.

De este modo el departamento que dirige Rosa Quintana pretende estrechar el cerco sobre los que actúan de manera ilegal en la ría, donde lo datos referidos a intervenciones a lo largo de 2009 hablan de cerca de 5.000 decomisos y 6.000 incautaciones.

Balance por puertos

En concreto, en la unidad operativa de Gardacostas del muelle de Vilaxoán se dirigieron operaciones que dieron como resultado 1.416 decomisos y 2.629 incautaciones, mientras que el servicio prestado desde la base de Santa Uxía de Ribeira sirvió para efectuar 3.176 decomisos y 3.075 incautaciones.

Hay que explicar también que el pasado mes de diciembre, como se informó en su momento, la Xunta aplicó un plan especial de control del furtivismo, por aquello de tratarse de una época especialmente propicia para estas prácticas.

El resultado es que en el conjunto de Galicia se hicieron 3.088 decomisos y 3.264 incautaciones entre diciembre de 2009 y enero de 2010, por encima de los 2.215 decomisos y 1.062 incautaciones del periodo diciembre 2008-enero 2009.

Todo tipo de productos

Cuando se habla de decomisos e incautaciones hay que tener presente que los agentes proceden a recuperar todo tipo de productos, desde bivalvos a peces, pasando por cefalópodos y crustáceos, pero también embarcaciones, vehículos, nasas y diversos útiles de pesca ilegal.

En el conjunto de la comunidad autónoma el año pasado se decomisaron más de 39 toneladas de productos, pero también alrededor de 18.800 nasas, sobre todo de pulpo y nécora, y una buena cantidad de miños, el arte habitualmente utilizada para la pesca de centolla. Por volumen destaca la recuperación de jurel, merluza y caballa ilegal, pero también la intervención de más de 6.000 kilos de crustáceos, sobre todo centolla y nécora. "Hemos hecho un buen trabajo, pero vamos a tratar de mejorar para plantar cara a los furtivos", explicaban ayer en Mar.