Los propietarios del pazo de Vista Alegre tienen previsto retomar el proyecto de convertir las instalaciones en hotel si la sentencia que obliga al concello a garantizarles el acceso por la calle de delante se convierte en firme. La familia Sánchez de Diego Fernández de la Riva posee autorización de Patrimonio para llevar a cabo la reforma de las instalaciones, consideradas monumento artístico nacional, pero el trabajo se paralizó cuando el concello peatonalizó la calle e impidió el acceso al pazo por la zona peatonal.

Los dueños recurrieron al juzgado y el Contencioso administrativo número 1 de Pontevedra les dio la razón. El alcalde, Javier Gago, ya anunció que recurririrá al Tribunal Superior de Galicia pero si éste vuelve a darle razón a la propiedad, la familia Sánchez de Riva desempolvará el proyecto y convertirá el pazo en casa de turismo rural, hotel de lujo o parador. Una importante empresa del sector estaba interesada en explotarlo aunque la familia mantendría la propiedad. El objetivo, explican, es hacer frente a su costoso mantenimiento.

El histórico inmueble necesita una reforma en profundidad, independientemente de que se convierta o no en hotel pues presenta graves daños en su infraestructura. Los propietarios denuncian que la propia obra de peatonalización causó grietas aunque entienden que fue beneficiosa para el conjunto histórico artístico al evitar el continuo paso de camiones bajo el arco.

Su demanda no se oponía a la peatonalización sino al hecho de que fuesen los únicos propietarios de la calle a los que se les impedía entrar en sus garajes tras el cierre. Frente al alegato del alcalde, diciendo que eran los únicos que tenían opción de entrar por Valle Inclán y que, por tanto, no se les causaba perjuicio, defendieron ante el juez que otro de los concesionarios también tenía una entrada posterior y que, sin embargo, en su caso, no se les impidió el acceso por delante. A ellos sí a pesar de que, alegaban, estaban pagando dos pasos de carruaje aunque por su condición de monumento nacional, estarían exentos.

La propiedad entiende que, si no se garantiza el acceso por la zona de delante, se dificultaría enormemente la construcción de un hotel "pues supone un perjuicio incluso para nuestros coches".

Un juez dice que se contravino la ordenanza municipal

Los propietarios del Pazo Vista Alegre no quisieron entrar a valorar el contenido de la sentencia aunque entienden que lo principal es que "el juez incida en la falta de arbitrariedad y en lo injusto de la decisión del concello".

Se refieren al punto tercero de dicha sentencia dónde dice que la potestad reguladora del concello "ha de conformarse a los principios que presiden nuestro ordenamiento y entre ellos conviene ahora llamar la atención sobre el de la legalidad así como la interdicción de la arbitrariedad". Recuerda que la administración está sujeta a las normas incluso a la que emanan de ella misma y reconoce que le sorprende que, en este caso concreto, el concello haya desatendido su propia ordenanza de tráfico: "La demandada aprobó en su día ordenanza de tráfico que contempla efectivamente la facultad de peatonalizar calles o zonas pero olvida, o parece olvidar que esa misma ordenanza contempla el derecho de los usuarios de los garajes o estacionamientos en el interior de la zona peatonalizada a continuar en su uso y disfrute permitiendo el acceso a los mismos". De no ser así entiende que debe procederse a la expropiación pues al privarlos de titularidad o uso sólo este instrumento garantizaría que los propietarios pudiesen ser indemnizados.