Los sindicatos y el gobierno vilagarciano se han dado una nueva oportunidad para intentar sacar adelante la catalogación antes de que termine el actual mandato. En una reunión mantenida ayer, no sólo se comprometieron a retomar las negociaciones sino que ambos culparon a la otra parte de la ruptura del proceso. El acuerdo final fue que se sentarían, si hace falta cada día, hasta lograr un acuerdo para poder aprobar el documento en el pleno de abril, el último del actual mandato y en el que está previsto abordar también el debate presupuestario, aunque el gobierno todavía no ha fijado la fecha de la primera reunión.

Lo que ahora se preguntan tanto representantes de los trabajadores como de la oposición es si hay tiempo material para hacerlo dado que tanto los miembros del gobierno como el departamento de Personal, clave en esta negociación, están inmersos de lleno en el proceso de oposiciones iniciado el pasado lunes al objeto de cubrir 40 vacantes en la plantilla.

Populares y nacionalistas coincidieron al calificar de "poco serio" el hecho de que "el gobierno demorase durante cuatro años el proceso y ahora pretenda sacarlo adelante en 15 días". Lo ven como "una presión hacia los sindicatos para obligarles a aceptar lo que sea al ver que el tiempo se les echa encima pues saben que si no está aprobado antes de las elecciones, se demoraría muchos meses".

En términos similares se expresó EU-IU. Su portavoz, Juan Fajardo, ve "una estrategia diseñada desde el principio de la legislatura para utilizar la preesión y la coacción para llegar a un acuerdo con uno de los sindicatos". En ese sentido, advierte que IU no apoyará un documento que no lleve el respaldo de la mayoría de los sindicatos. Recuerda además que la catalogación tiene que significar algo más que una subida salarial. Que tiene que llevar pareja la definición de las funciones de cada uno de los puestos de trabajo y por tanto, piden al gobierno una propuesta "creíble" en contraposición a la actual que consideran hecha "a medida de sus amistades".

Dejadez de funciones

También el Partido Popular adelantó que sólo apoyará una propuesta consensuada. Su portavoz, Tomás Fole, considera un síntoma de la "incompetencia y dejadez de funciones" del gobierno el hecho de que las negociaciones se demorasen sin resultado durante cuatro años: "Parece que no lo hicieron porque no les convenía porque para sacar adelante las oposiciones sí que se dieron prisa".

Para que sea posible alcanzar un consenso a tiempo, Fole pide al gobierno que, "teniendo en cuenta lo caldeados que están los ánimos, se muestren flexibles, pacientes y dispuestos a sacar el proceso adelante".

Fole criticó las declaraciones realizadas la víspera por el alcalde, Javier Gago, al entender que "no es normal que intente poner a la opinión pública en contra de los funcionarios. Con el tema de los salarios de la administración, la gente es muy sensible y él está usando esto de forma malévola para poner a los ciudadanos en contra del personal".

En esos términos se expresó también Fajardo: "El alcalde está intentando poner a los ciudadanos en contra de la plantilla extendiendo la idea de que cobran mucho y trabajan pocas horas pero lo cierto es que, los únicos que tienen grandes sueldos son los cargos designados directamente por él y a los que ahora quiere dejar colocados haciéndole unas oposiciones a la medida".

Personal de refuerzo

Para que el compromiso de llevar el documento de catalogación a pleno en abril se cumpla "con rigurosidad", Ana Lorenzo, que representó al BNG en el encuentro, planteó la posibilidad de que el técnicos de Personal, sobre el que recae buena parte del proceso y que se ve sobrecargado por la coincidencia de las oposiciones, cuente con respaldo, ya no de otro personal sino de dos personas nombradas para este fin por la propia mesa de negociación, con las que pueda trabajar codo con codo para intentar desde el principio diseñar una propuesta compartida. Pues entiende que a estas alturas, presentar propuestas y contrapropuestas dificultará llegar a un acuerdo.

Por su parte, el portavoz de Independientes por Vilagarcía (IVIL), José Luis Rivera Mallo, calificó como "muy positivo" que sindicatos y gobierno decidieran finalmente volver a sentarse para reanudar las negociaciones: "Yo pedí a ambos que tengan capacidad de diálogo para llegar a un acuerdo y ofrecí de IVIL todo el esfuerzo necesario y la posibilidad de reunirnos las veces que sea necesario para llegar a un acuerdo", dijo Rivera Mallo.

"Gago mintió a la opinión pública y es demostrable"

La rueda de prensa ofrecida la víspera por el alcalde causó indignación entre los sindicatos que coinciden al señalar que "Gago mintió y es demostrable". En primer lugar, todos coinciden al incidir en que fue el grupo de gobierno el que rompió las negociaciones en la reunión del viernes, y no ellos "Es surrealista, dicen desde CSIF. Todos interpretamos lo mismo menos este señor, que ni siquiera estaba presente".

Además, insisten en que la propuesta presentada por el gobierno provoca que determinados puestos pierdan dinero: "Nosotros, al contrario, que él, podemos demostrar lo que decimos con cifras, insiste CSIF. Si un policía del 092 estaba cobrando 196 euros por noches, domingos y prorrateo de paga extra y ahora cobra por todos esos conceptos juntos, 126 ¿pierde o no 70 euros?". Los sindicatos aseguran que presentaron estos datos a los ediles María Araújo y Alejandro Quintela, en la reunión de ayer, "y ninguno de los dos pudo rebatirlos".

Es más, Comisiones Obreras asegura que, de salir adelante la propuesta del gobierno local, Ravella ahorraría dinero con respecto a lo que gastó en salarios el pasado año pues, aunque unos sueldos se incrementan otros pierden poder adquisitivo con la anulación de complementos por noches o guardias. Asegura que puede demostrar con cifras, y que así lo hizo en la reunión, que Ravella ahorraría dinero con ellos de salir adelante la propuesta que presentaron y que para los sindicatos es "inaceptable".

CC OO se muestra escéptico respecto al devenir de la negociación y entiende que es el gobierno y no los sindicatos los que mezclan el proceso con intereses políticos. De otra manera no entienden porque "cambiaron de parecer" en tres días.

Asistentes a la reunión creen que el grupo de gobierno recibió un "toque de atención" de su partido instándoles a hacer todo lo posible para evitar protestas antes de las elecciones. Algo que podría refrendarse en el hecho de que Quintela, la persona "fuerte" del partido en Ravella asistiese, por primera vez ayer a las negociaciones.

Todos se mostraron dispuestos a negociar aunque recuerdan que la última palabra la tienen los trabajadores que se reunirán en asamblea hoy a partir de las siete de la tarde.

CSIF presentó ayer varias valoraciones económicas partiendo siempre del mismo valor por punto. El sindicato contesta a Gago que "si quiere solidaridad, que empiece por bajarse su sueldo".