Miles de personas han pagado ya los veinte euros de la entrada al salón erótico de Vilagarcía para disfrutar de una velada llena de sofocos y fuertes emociones.

Conrad Son, director de este espectáculo, afirma que en esta segunda edición se han podido ver a personas de todas las franjas de edad y procedentes de toda Galicia "y no sólo a jovencitos".

Bajo los escenarios se podía observar tal amalgama de gente que resulta difícil encasillar a los visitantes, pues se mezclaban jóvenes y mayores, hombres y mujeres, parejas y grupos, y otros muchos que optaron por acudir en la intimidad.

Lo que no faltaron fueron cámaras de fotografía y de vídeo. Quien más y quien menos, aficionados y profesionales, dispararon a discreción, de modo que cada secuencia, cada segundo de los espectáculos y del salón podrían recogerse desde diversos prismas.

Y es que Seda ha vuelto a encender al público con sus más de cincuenta artistas subidos a los dos escenarios, el blando y el X, y los más de cien espectáculos que se desarrollarán en las veintiséis horas de puro y duro erotismo.

Ayer, la jornada fue la más multitudinaria. Era sábado y el recinto ferial estuvo abarrotado desde que abrió sus puertas, puntualmente, a las seis de la tarde.

Pero es que en esta jornada se incluía una de las actuaciones más morbosas, como es el cásting de actores, en el que los candidatos deben demostrar unas dotes especiales debido a las dificultades y obstáculos que se van a encontrar en el escenario.

Estudios sociológicos no se han elaborado pero en esta ocasión si quedó demostrado que los visitantes actúan con la mayor naturalidad. No se produjo ningún disturbio y todo transcurrió según lo previsto.

Los asistentes pudieron disfrutar de espectáculos como el aerostrip, la música rock de la Porno Band, el fetish glamm, e incluso comprar algún juguete o vestuario picante en los puestos instalados en el local. Pero hubo también un lugar para la prevención y fueron muchos los que aceptaron los preservativos que de la Concejalía de Xuventude.