La Comunidad de Montes "San Pedro de Cea" ya ha puesto a disposición de la Consellería de Medio Rural los terrenos necesarios para realizar los trabajos de recuperación tanto de las infraestructuras dañadas por las riadas como de la cubierta vegetal asolada por los incendios. De hecho, ya se han iniciado los trabajos previos a la reposición de las piezas quemadas.

Medio Rural ha enviado al organismo que preside Julián Abuín Fontenla, un plano dónde se marca la actuación concreta a realizar en cada zona. En total, la primera fase de los trabajos abarcará una superficie de más de 300 hectáreas, aproximadamente la mitad de la que se vio afectada por las llamas en dos ocasiones distintas durante el verano.

La actuación se inicia en el Alto de Meda y siguiendo el curso del río llega hasta el embalse de Castroagudín. El río es una pieza fundamental para un proyecto cuya característica fundamental es la sustitución de eucalipto por pino del país y especies frondosas. La regeneración va siguiendo el curso del río y ensanchándose a ambos márgenes a medida que avanza. Las frondosas ocupan una superficie mucho menor que el pino. Van bordeando el río así como las pistas y los cortafuegos. Mientras que el pinar se reserva para las zonas "internas" del monte.

Cinco zonas diferentes

La Xunta dividió las 300 hectáreas de Xiabre en cinco zonas diferentes dependiendo de su tratamiento. La primera comprende aquellas áreas dónde ya no hay piezas que extraer y que se van a repoblar con pino, de manera mecanizada. Lo mismo ocurre en la segunda aunque la repoblación, en su caso, es con frondosas.

Las otras tres zonas necesitarán un paso previo a la repoblación: la extracción del eucalipto, bien de la pieza adulta o bien de los brotes. Así hay una zona de eliminación de brotes de eucalipto. En otra se procederá a la eliminación de piezas grandes y tras un tratamiento regenerante se repoblará de frondosas. Y en una quinta el apeo será de acacias para, tras el mismo tratamiento, proceder a la repoblación.

Las máquinas ya han comenzado a derribar los eucaliptos para su sustitución por piezas autóctonas que, además, son más adecuadas en una zona proclive a los incendios. Así lo creen, al menos, desde la Comunidad de Montes: "Creemos que la regeneración está muy bien proyectada, sobre todo de cara al futuro pues el daño para los próximos años ya es irreparable. Pero ante las nuevas generaciones nos parece estupendo que cambien el eucalipto por frondosas. Primero porque no son un polvorín como el eucalipto, pero además porque tienen gran valor cinegético".

Explican que el eucalipto es una especie que, por su naturaleza, dificulta el crecimiento del manto vegetal y, por lo tanto, la reproducción de las especies cinegéticas. Por eso creen que la regeneración prevista ayudará a recuperar la caza en la zona.